La reforma del sistema de pensiones que el Gobierno ha puesto sobre la mesa no ha sorprendido a los expertos de Inverco. “La propuesta de aumentar la edad de jubilación a 67 años no supone ninguna novedad”, asegura Mariano Rabadán, presidente de Inverco, y está plenamente justificada en el panorama demográfico de los últimos decenios. “Las previsiones apuntan que en 20 años el número de pensionistas podría doblarse, hasta los 15 millones, lo que supondrá un porcentaje superior al 30% de la población activa”, afirma.
En este sentido, las reformas para mantener las prestaciones se justifican en hechos objetivos: un crecimiento económico menor y la restructuración de la población. “La propuesta es razonable, hay que debatirla y tenerla en consideración”, dice Rabadán, que añade propuestas como reforzar el sistema de pensiones vía empresarial (sistema de empleo) y concienciar a los jóvenes de que tendrán una vida laboral más duradera y necesitarán complementar sus ingresos con planes individuales, lo que debería traducirse en mayor flexibilidad en las aportaciones y una menor fiscalidad. El ahorro irá hacia sistemas privados de pensiones, lo que no significa que desaparezca el público. “Estoy convencido de que seguiré cobrando una pensión pública, pero no sé de qué importe”, comenta Santiago Arans, presidente del área de pensiones de Inverco y director de idéntico ámbito en Banco Sabadell. El patrimonio de fondos de pensiones se elevó a 84.788 millones de euros el año pasado, lo que supone un cremento del 8,1% frente a 2008, cifras que muestran la recuperación del volumen de activos frente al bajón sufrido a raíz de la crisis financiera.