“La primera fase del mercado alcista en Japón empezó el año pasado y la última llegará en 2016”

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Marc Veraart, Flickr, Creative Commons

A pesar de las alabanzas que están recibiendo el Banco de Japón y el Ejecutivo nipón por sus medidas para estimular el crecimiento del país, después de un fulgurante 2013 el Nikkei no ha resistido la oleada vendedora vista en otros mercados. Si hace una semana ya publicábamos un análisis de gestoras con respecto a la caída del 5% en el año del índice, este indicador ahora ya cede cerca de un 13% en 2014. Sin embargo, los expertos no aprecian deterioro en los fundamentales de la economía nipona – a pesar de que los frutos de la implementación de medidas estructurales y fiscales siguen siendo una incógnita-, sino que ven otros motivos que pueden explicar esta fuerte corrección. 

En este sentido se ha manifestado Alex Treves, director de renta variable para Japón de Fidelity Worldwide Investment. Treves se fija por ejemplo en que la caída del ISM manufacturero de Estados Unidos “exacerbó los temores a que las turbulencias en los mercados emergentes se extiendan a nivel mundial”. Este deterioro del sentimiento fue traducido por parte de los inversores en una mayor demanda del yen, por lo que la divisa nipona alcanzó máximos de dos meses, al intercambiarse a 101 yenes el dólar. Treves observa que los sectores nipones más afectados por el ataque bajista fueron los cíclicos (maquinaria, metales no ferrosos, caucho, hierro/acero), las small caps y las start-ups, mientras que aguantaron el envite sectores de carácter defensivo como farmacéuticas, alimentación o telecomunicaciones. 

Por todo ello, el director de renta variable nipona de Fidelity afirma que “la corrección en los valores japoneses puede por tanto atribuirse en gran parte al riesgo en los mercados emergentes y a un yen más fuerte. En estos momentos la recuperación de la economía mundial y también la de Japón siguen su curso, así como el tema de la reflación en el país del sol naciente”. Como dato adicional, recuerda que Japón fue el país que registró mayor número de revisiones positivas sobre ingresos en 2013, “y las perspectivas de crecimiento de los ingresos salen bien paradas en comparación con las otras grandes regiones”.

Con respecto a la evolución de las Abenomics, Treves advierte que “es importante ser realista sobre la posibilidad de que ocurra una transformación repentina, pero la perspectiva de una mejora a largo plazo de la economía japonesa es muy real”. Por todo ello, el experto ve la corrección de la bolsa nipona como una oportunidad.

También comparte esta visión Hideo Shiozumi, gestor de Legg Mason Global AM. Esta semana declaró a Citywire que sigue esperando fuertes gananzas para la bolsa nipona tanto para este año como el que viene, a pesar de que el Nikkei firmó en 2013 su mejor ejercicio en dos décadas. Además, la preferencia de Shiozumi, gestor del Legg Mason Japan Equity, es por las compañías de pequeña y mediana capitalización con exposición al mercado doméstico. Algunos de los sectores en los que está invertido – y que denomina “el Nuevo Japón”-  son salud, innovación médica y comercio online. 

A pesar de esta actitud constructiva, el gestor tampoco baja la guardia ante los efectos de las reformas conocidas como “la tercera flecha”. La primera fecha relevante es en junio, para cuando se espera que el primer ministro Shinzo Abe revele sus estrategias de crecimiento. De hecho Shiouzimi ha llegado a declarar que no cree que la tercera flecha haya empezado: “Abe hará una nueva estrategia de crecimiento en junio que puede ser más amplia de lo que la gente espera”.

“Estos cambios son muy importantes para la bolsa. La primera fase del mercado alcista en Japón fue el año pasado, cuando el Topix subió más de un 50%, y la última fase vendrá dentro de tres años desde ahora, en 2016”, ha afirmado el experto. Por ello, su previsión es que la bolsa nipona genere en 2014 y 2015 un retorno anualizado de entre el 10% y el 15%. Asimismo, espera que el BoJ alcance su objetivo de inflación del 2% en 2015, año para el que estima que el PIB podría crecer entre el 2% y el 3%. 

“Sigo muy confiado con Japón para los tres próximos años pero después de eso no estoy seguro. El mercado japonés debería permanecer fuerte siempre que Abe siga siendo primer ministro y él debería ganar las elecciones para la Cámara Baja en 2016. Si él puede seguir transformando Japón, el país volverá a jugar un papel de líder de los negocios en el mundo”, ha declarado Shiouzumi.