La OCDE alerta del peligro que implica para el futuro de las pensiones eliminar el factor de sostenibilidad

Pensiones puesta de sol
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Fue a finales de noviembre cuando la OCDE publicó su informe bianual Pensions at a Glance pero ha sido esta mañana cuando dos de sus responsables, Pablo Antolín, economista Senior y Jefe de la Unidad de Pensiones Privadas en la División de Asuntos Financieros de la OCDE, y Hervé Boulhol, responsable de Pensiones en la División de Trabajo y Política Social de la OCDE, lo han presentado en Madrid en un acto organizado por Inverco.

En el mismo se ha vuelto a recalcar lo ventajosa que es en España la llamada tasa de reemplazo de las pensiones o, lo que es lo mismo, el porcentaje sobre el último salario que se recibe como pensión pública en el momento de la jubilación. “La tasa de sustitución media en España es del 73% frente a una media del 42% en el caso de la OCDE”, afirma Bouhlol y según apunta este experto esta tasa, ya de por sí elevada seguirá aumentando si se elimina  de forma permanente el llamado factor de sostenibilidad que en teoría debería haber entrado en vigor en 2019 pero que se ha visto aplazado.

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En concreto, los expertos de la OCDE sitúan ese incremento en 10 puntos porcentuales, hasta alcanzar un nivel del 83%, lo que implica un factor de riesgo a la hora de establecer cuán sostenible puede ser el sistema actual de pensiones en el futuro. No en vano, la decisión de aplazar la puesta en marcha del factor de sostenibilidad no es el único factor que amenaza la sostenibilidad de un sistema como el español. Desde la OCDE también advierten de los efectos negativos que supone la ausencia de un índice de revalorización de las pensiones (IRP) que liga el aumento de los pensiones a otros factores diferentes al IPC, o el hecho de que la edad de jubilación efectiva siga estando estancada en los 65 años al permitirse acceder al 100 por cien de la pensión cuando se cuenta con 38 años cotizados.

Y más teniendo en cuenta que la financiación actual de las pensiones bebe solo de una fuente que está en serio riesgo teniendo en cuenta la longevidad de la población española como es la de las cotizaciones salariales. “No tiene sentido que la financiación sea solo por las cotizaciones salariales sino que debería contemplarse la posibilidad de financiación vía impuestos”, afirma Hervé. 

Y ya no solo porque se estima que la tasa de dependencia no haga otra cosa que ir en aumento en los próximos años en un contexto de aumento de la esperanza de vida – la ONU estima que  en el año 2050 en España habrá 78 personas mayores de 65 años por cada 100 de entre 20 y 64 años, frente al ratio actual de 33 cada 100- y tasa de natalidad en descenso. También por el impacto que los nuevos modelos laborales puedan tener en el sistema de la seguridad social que contempla un número cada vez mayor de empleados por cuenta propia, empleados a tiempo parcial y temporales.  “En España se tiene demasiada flexibilidad a la hora de decidir las aportaciones a la Seguridad Social de los autónomos y  el 70% solo paga la contribución mínima cuando deberían pagar las contribuciones en función de su salario actual”, afirma  el responsable de Pensiones en la División de Trabajo y Política Social de la OCDE .

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Los problemas del sistema privado

En la conferencia no solo se han tratado los problemas a los que se enfrenta el sistema público de pensiones. También ha habido un capítulo dedicado a lo que se conoce como el segundo y tercer pilar de las pensiones: los planes de empleo y los individuales.  A este respecto, Pablo Antolín ha criticado la decisión de que los planes de pensiones puedan rescatarse cuando las aportaciones cuenten con una antigüedad de 10 años, una medida que entra en vigor en el año 2025.  ha incidido en que el acceso de este tipo de trabajadores a los sistemas de empleo ya que, a su juicio “permitir el rescate pasados 10 años implica que no estamos hablando de un plan de pensiones como tal al menos según el criterio de la OCDE, si no un plan de ahorro a largo plazo con ventajas fiscales”.

Además, ha puesto sobre la mesa algunas de las medidas que se podrían tener en cuenta para favorecer ese ahorro privado en un país como España, más allá de mejorar las ventajas fiscales, que en España es menor que la media de la OCDE “hay muchas razones que explican que no se ahorre en planes privados: comisiones altas, no hay conciencia para apoyar que los trabajadores aporten a ello, los planes de empleo están basados en que los empleados lo ofrezcan y no hay criterios obligatorios o automáticos. Hay mucho trabajo por hacer”.