Credit Suisse: “La mayoría de inversores elige gran parte de sus acciones en su país de origen, por lo que no hace una diversificación suficiente”

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caffin.jacques3, Flickr, Creative Commons

El Instituto de Investigación de Credit Suisse junto con la Universidad de Zúrich (Suiza), presentan el estudio titulado ‘Finanzas Conductuales: La Psicología de la Inversión’, una investigación realizada por el profesor Thorsten Hens y Anna Meier de Behavioral Finance Solutions GmbH, que “proporciona información para comprender las influencias emocionales y psicológicas que pueden tener impacto en las decisiones financieras, y cómo esto puede resultar en un comportamiento irracional”, explican desde Credit Suisse.

“Las finanzas conductuales son un tema bastante novedoso que ha ganado prominencia desde principios de los noventa. Una gran parte de la inversión involucra psicología y, si los inversionistas pueden entender los aspectos psicológicos, podrían evitar potenciales inconvenientes financieros” destacó Stephan Meier, Director Ejecutivo y Jefe de Banca Privada de Credit Suisse para Centro y Sudamérica.

El estudio también menciona otros hallazgos, como que los inversionistas suelen tomar decisiones según sus experiencias y preferencias, o que “la mayoría de los inversionistas eligen la gran parte de sus acciones en su país de origen, pues parecen ser más dignas de confianza ya que crecieron con los nombres de estas empresas, razón por la cual los inversionistas no hacen una diversificación suficiente”. Asimismo, también hay que añadir la conclusión de que “una estrategia de inversión no puede ser óptima si no se integra con la capacidad de riesgo, la tolerancia al riesgo y la conciencia del riesgo del cliente”.

Las finanzas conductuales muestran que cuando se trata de riesgo e incertidumbre, el comportamiento de los inversionistas se desvía mucho del escenario ideal del inversionista racional. El white paper de Credit Suisse y de la Universidad de Zúrich distingue cuatro tipo de inversionistas. En primer lugar el intuitivo, que “toma decisiones emocionales”. Eso quiere decir que no sigue la estrategia adecuada y que existe el riesgo de que se vea demasiado influenciado por la evolución actual del mercado y perder de vista sus objetivos de inversión.

El segundo es el inversionista explorador, “muy familiarizado con el mundo financiero pero con decisiones emocionales”. Tienen una buena perspectiva de los riesgos y las oportunidades en el mercado. Aunque a veces quedan deslumbrados por nuevos e innovadores productos financieros, siempre tienen los riesgos en mente. “A pesar de sus vastos conocimientos financieros, los inversionistas investigativos a veces abandonan su estrategia de inversión predefinida por razones emocionales. Por esta razón, sus inversiones deben ser revisadas periódicamente para asegurar que cumplan con la estrategia de inversión”.

El tercer tipo de inversionista es el realista, que es capaz de “dejar sus emociones a un lado y no dejarse influenciar por ellas”. Por el lado contrario, carecen de conocimientos financieros para evaluar adecuadamente los riesgos y las oportunidades. “Se les recomienda tener una asesoría profesional de inversión, la cual les ayude a tomar decisiones de inversión más adecuadas y a mejorar sus conocimientos financieros”, afirman desde Credit Suisse.

Por último quedan los inversionistas estratégicos, que tienen un buen conocimiento de los mercados financieros. Así, “pueden evaluar los riesgos y las oportunidades que enfrentan”.

Monitor del Riesgo

En el reporte, Credit Suisse señala que la estrategia de inversión óptima para el cliente siempre debe ser revisada continuamente, ya que con el tiempo la capacidad de riesgo del inversionista puede cambiar significativamente por dos razones: las ganancias y pérdidas en el mercado financiero cambian sus activos y por eventos personales tales como nacimiento, matrimonio, divorcio y jubilación cambian sus obligaciones. Un monitor del riesgo proporciona una revisión continua de la capacidad de la estrategia de inversión elegida, muestra cuáles de las obligaciones y deseos del cliente pueden ser satisfechas con los activos corrientes y cuáles pueden ser satisfechas probablemente en el futuro.

Las finanzas conductuales han logrado cerrar la brecha entre la teoría y práctica al considerar científicamente el comportamiento humano. Hasta la fecha, la investigación se ha centrado en el escenario ideal de inversionistas completamente racionales en mercados eficientes, mientras que en la realidad se trata cotidianamente con comportamientos irracionales de los inversionistas y mercados ineficientes. Combinar la teoría y la práctica nos permite utilizar los hallazgos de las finanzas conductuales como elementos fundamentales de los servicios de asesoramiento, gestión de activos y desarrollo de productos financieros”, señaló Stephan Meier.      

¿Cómo nuestra cultura moldea nuestro comportamiento de inversión?

En el estudio mundial más grande sobre las diferencias culturales con respecto al comportamiento de la inversión hasta el año 2010, los profesores Mei Wang, Marc Oliver Rieger y Thorsten  Hens, miraron las preferencias temporales, el comportamiento de riesgo y los sesgos del comportamiento de casi 7.000 inversionistas en 50 países.  En el reporte se agruparon los resultados por región cultural y se observan algunas diferencias sorprendentes: en primer lugar los inversionistas en los países de habla nórdica y alemana son más pacientes, mientras que los inversionistas africanos son los menos pacientes. En segundo lugar, los inversionistas de países anglosajones son los más tolerantes a las pérdidas, mientras que los inversionistas en Europa del este tienen la mayor aversión a la pérdida. Sin embargo, en todas las regiones culturales hay una alta inclinación a aumentar el riesgo después de perder dinero (necesidad de alcanzar el equilibrio).

Por último, el reporte del Instituto de Investigación de Credit Suisse junto con la Universidad de Zurich, titulado ‘Finanzas Conductuales: La Psicología de la Inversión’, señala que las finanzas tradicionales, basadas en la hipótesis de mercados eficientes y la optimización de cifras estadísticas como medias y varianzas, sugiere que invertir tiene mucho que ver con las matemáticas. No obstante, las finanzas conductuales han puesto el foco de vuelta en las personas. La gente comete errores, incluso en decisiones de inversión, que se traducen en ineficiencias a nivel de mercado. En base a las finanzas conductuales, la inversión es 80% psicológica. Mientras, las finanzas conductuales han creado métodos que ayudan a los inversionistas a identificar sus errores típicos mientras que al mismo tiempo se encuentra el portafolio adecuado para ellos. La esperanza es que la mayoría de los inversionistas hagan uso de esto y que los mercados se vuelvan tan eficientes como lo asumen las finanzas tradicionales.