“La mayor burbuja en el mercado de renta fija está en los emergentes”

MikeRiddell
Foto cedida

Las captaciones registradas por los fondos que invierten en el mercado de deuda emergente están a punto de batir récords. Varias son las razones que están atrayendo el capital. “Una volatilidad que tiende a moderarse, los bajos niveles de deuda local y unos datos de crecimiento económico excelentes –sobre todo si se comparan con los de los países desarrollados– han llevado a los inversores a centrarse en el mercado de bonos emergente. Sin embargo, hay que tener cuidado porque esta clase de activo está sobrevalorada y podría llevar al inversor a engaño”, afirma Mike Riddell, gestor de M&G Investments.

En una presentación celebrada recientemente en Madrid, el gestor adjunto del M&G Global Macro Bond Fund recomienda al inversor ser prudente ya que las mayores burbujas que se forman en el mercado de deuda se concentran en este segmento. “Para nosotros, las valoraciones que ofrece la deuda emergente no son atractivas”, indica. Como ejemplo cita a China, país al que se refiere como la mayor burbuja de crédito. Aunque Riddell infrapondera a los mercados emergentes en el fondo, existen en su opinión algunas oportunidades en este segmento que no deja pasar, entre ellas Cemex, empresa de cemento mexicana con una fuerte exposición a Estados Unidos.

Mientras los clientes en Europa buscan soluciones a corto plazo, las apuestas del M&G Global Macro Bond Fund se inclinan hacia Estados Unidos y su divisa. “El mercado inmobiliario muestra síntomas de una sólida recuperación y prueba de ello es la creciente demanda de vivienda de la que estamos siendo testigos”, indica el gestor. “Ahora mismo, el dólar nos parece una oportunidad muy atractiva”, señala. De hecho, el ‘billete verde’ centra la apuesta con una ponderación en el fondo del 62%, en tanto que los bonos del Tesoro de Estados Unidos son en la actualidad la primera posición, con casi el 15% de la cartera.

Por clase de activo, la mayor parte del fondo la destina a emisiones con una calificación crediticia con grado de inversión (con rating A o superior), a las que destina prácticamente el 60% de la cartera. Por sectores, la industria es la principal apuesta, al ser una categoría en la que se invierte uno de cada cuatro euros gestionados. También ostenta una elevada presencia el sector financiero, más concretamente la banca de Estados Unidos, que Riddell considera que en estos momentos se encuentra en una situación “bastante saneada”, lo cual eleva su atractivo.