La jubilación en República Dominicana

En esta parte del mundo en 2050, las personas mayores representarán un 20% del total, frente a un tercio en el mundo desarrollado. Por lo tanto, las economías en vías de desarrollo tendrán cada vez menos tiempo para adaptarse a los retos del envejecimiento.

La Republica Dominicana no esta lejos de esta realidad. Frente a la desprotección en esas edades avanzadas, la mayor parte de los envejecientes, casi un 51%, se refugia en los hogares extendidos, por esta razón uno de cada cuatros hogares dominicanos tiene como uno de sus integrantes a una persona mayor.

Un 60% las personas mayores de 60 años no percibe ingresos por jubilación, mientras que para el 25% su única posibilidad de sobrevivir es continuando su vida laboral más allá de esta edad, revela el estudio de la CEPAL (Comisión Económica para América latina y el caribe)

El proceso de envejecimiento de la población, se debe en parte al descenso de la las tasas de fecundidad y aumento de la expectativa de vida. Esto conlleva a un incremento de costos y gastos para un sistema de salud, ya que en Republica Dominicana no hay una política que garantice la protección de los ancianos, muchos de los cuales sobreviven de la caridad de sus familiares y vecinos.

Evolución de la Fecundidad y Esperanza de Vida en América Latina

De acuerdo a estadísticas, existe una población de 844,996 personas mayores de 65 años, de las cuales el 12% cuenta con una pensión mínima. En la mayoría de los casos, no alcanza ni siquiera para cubrir los gastos básicos como: medicina, comida, vivienda. Esta realidad deja desprotegidos a muchos dominicanos que en sus años productivos dieron todo por las empresas donde trabajaban.

Pero no sólo el Gobierno es indiferente en el trato hacia los ancianos, sino también las alcaldías, ya que la Ley 352-98 de Protección al Envejeciente establece que el 10% del presupuesto de los gobiernos locales debe ser distribuido equitativamente entre los asilos del municipio. Al igual que la Lotería Nacional debe destinar el 1% de cualquier monto ganado en efectivo por quienes resulten agraciados, pero este reglamento tampoco es cumplido.

Estos problemas no se ven solamente en Republica Dominicana y América Latina, en los países desarrollados también aplican cambios en sus sistemas de pensiones, como España que aumenta la edad de jubilación, Alemania congela aumento de pensiones, y aumenta la edad de jubilación, Grecia aumenta la edad de jubilación y reduce los salarios públicos.

El HSBC realizo un estudio de la población activa, para determinar que porcentaje de ellos esta capacitado y conoce las alternativas para tener una jubilación acorde al nivel de vida que lleva actualmente, solamente un 13% se considera que no necesita asesoramiento para la planificación de su retiro, el 87% restante, necesita asesoramiento a al hora de manejar su pensión o jubilación.

En las regiones en desarrollo, las personas de edad representan actualmente el 8% pero se calcula que para el 2050 representaran un quinto de la población, lo que significa que su población esta envejeciendo más rápido que la de los países desarrollados

No hay una conciencia colectiva de la necesidad de ahorro para la jubilación. Hay que unificar esfuerzos públicos y privados para crear una CULTURA DEL AHORRO necesaria en el entorno económico, demográfico y laboral actual y futuro.

Los trabajadores que reconocen en abstracto la necesidad de ahorrar en la etapa laboral para la jubilación, deben actuar responsabilizándose de su estilo de vida, armonizando consumo y ahorro. Estos no son sistemáticos en sus comportamiento de ahorro finalista para la jubilación, suelen esperar a los últimos años de su vida laboral para informarse y tomar decisiones holísticas. En el futuro deberán tomar iniciativas de ahorro privado como complemento del sistema público de pensiones desde el principio de su etapa laboral.

Planificar el retiro es mucho más que realizar aportes a un fondo mientras se trabaja y luego retirar los mismos, existen diferentes maneras de invertir su dinero para asegurar oportunidades para el futuro.