La ISR y los ODS: Jornada de clausura de la Semana de la ISR organizada por Spainsif

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Los Objetivos de Desarrollo Sostenible marcan la agenda mundial del desarrollo sostenible para el año 2030, un marco de actuación ambicioso que busca acabar con la pobreza, promover la prosperidad y el bienestar y proteger el medio ambiente.

Estos 17 Objetivos se basan en los logros de los Objetivos de Desarrollo del Milenio, aunque incluyen nuevas esferas como el cambio climático, la desigualdad económica, la innovación, el consumo sostenible y la paz y la justicia, entre otras prioridades. Los objetivos están interrelacionados y proporcionan orientaciones y metas claras para su adopción por todos los países en conformidad con sus propias prioridades y los desafíos ambientales del mundo en general. La Agenda 2030 es el resultado de un amplio proceso participativo, fruto de una consulta mundial liderada por Naciones Unidas y que involucró a más de un millón de personas de todos los países y sectores.

La relación entre ODS y la inversión socialmente responsable (ISR) fue el objeto de la jornada de clausura de la Semana de la ISR organizada por Spainsif.

Joaquín Garralda, decano de ordenación académica de IE Business School, centró su intervención en subrayar que “los ODS son también objetivos para las empresas”. Y como muestra de esta implicación, puso algunos ejemplos como la decisión de la aseguradora Allianz de no seguir asegurando la industria del carbón, o los compromisos de Apple para encontrar una forma de utilizar “aceros más verdes” y de Danone para usar el plástico de una forma más eficiente desde el punto de vista medioambiental.

El profesor Garralda señaló además que según un reciente informe de KPMG, el 40% de las 200 empresas más grandes del mundo ya mencionan los ODS en sus informes. Por países, a la cabeza se encuentran Alemania, Francia y Reino Unido, y por sectores, las utilities y la industria automovilística. Se trata de señales que apuntan a que las empresas empiezan a creer en los ODS. Algo que según un informe de UNPRI (Principios para la inversión responsable) tiene todo el sentido, ya que en el análisis de inversiones es necesario trascender el tradicional doble eje de riesgo y rentabilidad para incluir además el “impacto en el mundo real”.

Garralda sintetizó en cinco puntos la intersección entre ODS e ISR. El primero se debe al deber fiduciario de los gestores de inversiones, y enlaza con el segundo ya que el profesor considera que tener en cuenta los ODS es inevitable para las compañías que no sólo administran sino que además son dueñas de los activos. Además, en tercer lugar, los ODS suponen “macro oportunidades”, porque indican por donde pueden ir algunas de las tendencias del crecimiento económico. Como cuarto punto, señala los “micro riesgos”: los ODS como indicadores de qué inversiones hay que evitar. Y por último, señala que los objetivos son “micro oportunidades” porque sirven como guía para la distribución de activos en las carteras.

Por último, para subrayar la relación entre los ODS y la inversión, Garralda quiso citar la carta que esté año envió Larry Fink, el líder de Blackrock, la mayor gestora de activos del mundo, animando a los accionistas a ser activistas teniendo en cuenta los criterios ASG a la hora de orientar el rumbo de las compañías. Los esfuerzos del sector privado deben unirse a las políticas públicas, como las propuestas por el Comité de Expertos de alto nivel  a la Comisión Europea.

En la mesa redonda que siguió a la intervención del profesor Garralda, Javier Garayoa, director general de Spainsif, señaló el esfuerzo que su organización está haciendo de acuerdo con el ODS número 17: crear alianzas para promover esos objetivos, concretamente en el espacio de la ISR. Isabel Garro, directora general del pacto mundial, destacó que los ODS suponen un esfuerzo colectivo que debe articular una visión a largo plazo en la que la ISR es una pieza clave. Para Marisa Aguilar, directora de Allianz GI en Iberia, la implementación de los ODS va a implicar muchos recursos y las gestoras internacionales van a ser uno de los actores principales, sobre todo si entienden que es parte de su deber fiduciario promover que la sostenibilidad forme parte de las carteras. Para terminar, Mario Sánchez Richter, economista de CC.OO. destacó que el sindicato hace especial hincapié en la conjunción entre los ODS y la S de los criterios ASG.