La Inversión Socialmente Responsable, una apuesta de valor en el ahorro a largo plazo

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Firma: cedida (BBVA AM).

TRIBUNA de Ana María Camblor, especialista de producto planes de pensiones, BBVA AM. Comentario patrocinado por BBVA AM.

Los inversores exigen rentabilidades pero, cada vez con mayor intensidad, también desean que sus inversiones brinden mejores resultados para la sociedad en su conjunto. La Inversión Socialmente Responsable (ISR) tiene como objetivo satisfacer las necesidades actuales del inversor, con el compromiso de contribuir a un desarrollo que permita a las futuras generaciones satisfacer las suyas.

A estas alturas, nadie pone en duda que la Inversión Socialmente Responsable es más que una tendencia en la industria de la gestión de activos y no está reñida con la rentabilidad a largo plazo. Además de converger con las exigencias regulatorias, el análisis extrafinanciero que evalúa a las compañías en función del perfil social, medioambiental y de gobierno corporativo se ha convertido, en los últimos años, en una de las ratios que más valoran los analistas y gestores de fondos, ya que permite tomar decisiones de inversión más completas.

Combinando los criterios financieros (tangibles) con otros criterios de carácter intangible en el proceso de inversión de distintas clases de activos y zonas geográficas, se consigue aprovechar oportunidades que generan rentabilidad y mayores beneficios en el largo plazo: por ejemplo, aquellas empresas que gestionan adecuadamente sus riesgos medioambientales, o las que contribuyen con su actividad al desarrollo de las comunidades locales donde operan, o las que cuentan con una política de recursos humanos que promueve el talento, lograrán tener ventajas competitivas frente a otras que no lo hacen.

Por otro lado, la aplicación de criterios ISR en la construcción de carteras de inversión contribuye al control del riesgo, uno de los ejes básicos de toda estrategia de inversión. Los riesgos climáticos y las políticas sociales y de buen gobierno están escalando puestos en el ranking de importancia de la estrategia en gran número de organizaciones. Integrando estos filtros en el análisis de compañías, se optimiza la selección de aquellas empresas que están realizando un mayor esfuerzo en este sentido y se logra una reducción de los riesgos operacionales, regulatorios, financieros y de reputación. Además, el factor calidad suaviza la sensibilidad de las carteras a la coyuntura económica y de mercado, confiriéndoles un comportamiento defensivo en momentos difíciles.

Existen diversas estrategias de ISR, que incorporan en su análisis este tipo de criterios valorativos extrafinancieros mediante la aplicación de cualquiera de las siguientes prácticas, de forma exclusiva o conjuntamente:

  • Criterios de exclusión, es decir, evitar la inversión en aquellos sectores, compañías o gobiernos controvertidos o que no cumplen con el pacto Global de la ONU.
  • Criterios de inclusión que seleccionen los best in class, esto es, las empresas y/o gobiernos de calidad con la mejores políticas proactivas en criterios medio ambientales, sociales y de buen gobierno corporativo.
  • Optando por temáticas concretas relacionadas con criterios de sostenibilidad.
  • Colaborando de manera proactiva con las empresas en las que se invierte (mediante el voto en las Juntas de Accionistas) para fomentar mejoras en aspectos de sostenibilidad.

En los últimos tiempos, la industria de la gestión de activos está aumentado su apuesta por los productos de inversión ISR, que han duplicado el volumen de activos bajo gestión en España en los últimos tres años (alcanzando los 44.000 millones de euros entre fondos de inversión, planes de pensiones individuales y de empleo) y el número de fondos comercializado en nuestro país en el último año y medio (hasta alcanzar los 362 productos), según datos de Spainsif a cierre del primer semestre de 2019. Pero, además, este aumento de la oferta de productos de inversión bajo criterios ISR responde a una demanda creciente por parte de los inversores españoles, que cada vez muestran una mayor preferencia por las inversiones sostenibles, en especial, entre las generaciones de los milenials (aquellos nacidos entre 1980 y 1994) o la Generación X (nacidos entre 1969 y 1980).

Pero, ¿cuáles son los factores que explican este mayor interés? La predisposición hacia este tipo de productos que se puede observar en las generaciones de inversores entre los 30 y los 50 años va acompañada de un cambio social caracterizado, entre otras cosas, por una mayor concienciación sobre las implicaciones del cambio climático o una preocupación creciente por aspectos sociales, como la igualdad de género. Además, el mayor horizonte temporal de la inversión es uno de los factores que decantan la preferencia de estos colectivos por los productos gestionados bajo criterios ISR, ya que es en el largo plazo donde se maximizan los beneficios de este estilo de inversión.  

Si hablamos de inversión a largo plazo, uno de los vehículos por excelencia son los planes de pensiones, ya que el ahorro para la jubilación está intrínsecamente ligado a un horizonte temporal extenso, lo que encaja especialmente bien con los objetivos de la Inversión Socialmente Responsable, que se enmarcan habitualmente en procesos de cambio y transformación a medio y largo plazo. Según datos de Spainsif, aproximadamente tres de cada cuatro euros (unos 22.000 millones de euros) del mercado español de planes de pensiones de empleo está aplicando criterios ISR, configurando a estos vehículos de inversión como centro del avance en la inversión sostenible, por la función social que cumplen, así como por los valores que presentan.  

En BBVA Asset Management somos pioneros en la aplicación de criterios ISR en las inversiones, con una experiencia de más de 20 años. Hemos liderado el desarrollo de productos vinculados a criterios ISR, además de ser la primera entidad gestora firmante de los Principios de Inversión Responsable de Naciones Unidas en España en el año 2008. Además, este año hemos completado nuestro catálogo para inversores particulares con un nuevo plan de pensiones (BBVA Plan Sostenible Moderado ISR, PPI) que se une a la oferta de fondos de inversión ISR de la entidad en España. Se trata de un plan de pensiones individual de renta variable mixta, gestionado bajo los principios medioambientales, sociales y de buen gobierno corporativo, que invierte entre un 30% y un 50% en activos de renta variable global. El producto está destinado a ahorradores que se encuentran aún en una etapa lejana a la jubilación y/o que cuentan con un perfil de riesgo moderado.