“La idea más importante es que invertir en Europa es invertir en empresas, no en países”

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Joel Filipe (Unsplash)

Tras el pesimismo macroeconómico de los últimos años, no sorprende que las acciones europeas sigan bajo un halo de escepticismo. Este escepticismo constituye, para los expertos de Fidelity Worldwide Investment, una oportunidad para los inversores: “las valoraciones son atractivas con respecto a otros mercados y han aparecido señales alentadoras de mejoría económica, a pesar de los ampliamente documentados desafíos estructurales. La idea más importante es que invertir en Europa es invertir en empresas, no en países”, afirman.

Sobre esta base, en la gestora consideran que existen varios argumentos atractivos para invertir en las acciones de las empresas europeas, dado que el continente alberga muchos líderes mundiales que se benefician de sólidos fundamentales, como mercados con crecimiento estructural, marcas sólidas, balances saneados y amplia exposición internacional. En este sentido, en la entidad aprecian cinco factores clave que aconsejan aumentar las inversiones en renta variable europea:

1. Las empresas europeas están avaladas por una sólida trayectoria de incremento de los beneficios a pesar de la debilidad del crecimiento económico.

2. Las perspectivas de crecimiento de los beneficios y la inversión empresarial están mejorando.

3. Las valoraciones relativas se encuentran actualmente en niveles atractivos.

4. Varios aspectos del entorno macroeconómico están experimentando mejoras.

5. El mercado está encontrando apoyo en el aumento de los flujos de inversión.

“La evolución de la renta variable europea durante los dos últimos años revela que las bolsas se han desligado de la economía de la región. Los fundamentales de las empresas están volviendo a impulsar los mercados. Aunque los múltiplos de valoración pueden ampliarse más, el crecimiento de los beneficios parece que se perfila para convertirse en el principal impulsor de las cotizaciones en 2014 y años sucesivos. Comparada con otras regiones, la renta variable europea tiene una valoración atractiva, también atendiendo a los beneficios ajustados al ciclo”, explican desde la entidad.

Partiendo de la base de que invertir en empresas europeas es bastante diferente de invertir en las economías europeas, en Fidelity consideran que existen argumentos poderosos para invertir en una cartera de empresas europeas de calidad y bien escogidas. “Esta idea ha sido corroborada por los mercados, cuya evolución se ha desligado de los acontecimientos macroeconómicos y ha vuelto a conceder esa atención "normal" a los fundamentales de las empresas. Además, la capacidad de las empresas europeas para generar un buen crecimiento de los beneficios a pesar de la debilidad económica está ampliamente contrastada”.

Por otra parte, la firma destaca la mejora de las perspectivas de crecimiento de los beneficios empresariales en Europa, a medida que se avanza por la breve fase de esperanza en dirección a la fase más prolongada de crecimiento dentro del ciclo bursátil; la presencia de valoraciones atractivas, y la ventaja añadida de mejoras en el entorno macroeconómico. “Todo ello se suma para crear un entorno positivo para las acciones europeas que probablemente coincida con unos flujos de inversión favorables y duraderos. En un entorno de creciente diferenciación entre sectores y valores, los inversores no deberían dejar de considerar la inversión activa y basada en el análisis con altos niveles de dinero gestionado activamente”, concluyen.