La hora de invertir en bolsa americana, para los expertos de Western Asset

Para los expertos de Western Asset, gestora de Legg Mason, la principal apuesta dentro la renta variable es el mercado de grandes compañías americanas. En su opinión, la capacidad de la Reserva Federal de bajar los tipos de forma agresiva dará sus frutos en forma de mayor crecimiento en la segunda parte del año, mientras que la debilidad del dólar permite a estas compañías beneficiarse de un aumento de las exportaciones. Esta misma debilidad del dólar hace del mercado de renta variable americana una apuesta aún más interesante en el largo plazo.

En Europa, se inclinan por el área continental, dado que la valoración es más atractiva y al mismo tiempo la reestructuración más agresiva. Japón sigue siendo una incógnita. Su valoración es increíblemente atractiva en términos históricos, pero "por desgracia, y como el tiempo ha enseñado, que algo esté barato no es una condición suficiente para que se comporte bien, puesto que puede llegar a estar más barato". Es decir, la buena valoración del mercado japonés se ensombrece por las malas perspectivas económicas y empresariales. Aun reconociendo un elevado potencial para este mercado, "no encontramos los catalizadores necesarios que en el corto plazo puedan hacer salir al mercado japonés de su letargo", explican.

En los mercados emergentes la situación sigue siendo confusa. Un elevado crecimiento de beneficios se da la mano con una elevada valoración, pero es cierto que encontramos ciertas zonas que pueden seguir comportándose de manera positiva, especialmente algunas zonas de Asia. Hay que tener en cuenta que el cambio en la legislación del ahorro en China permitirá la salida de una gran cantidad de dinero a los mercados periféricos, ayudando así a las cotizaciones. En cuanto a capitalización, se siguen decantando por las grandes compañías en todos los mercados. El momento del ciclo económico, la valoración y la propia composición de los beneficios de las compañías apuntan a la gran capitalización como beneficiaria de este proceso.

En su opinión, el escenario macroeconómico ha empeorado de manera significativa en apenas dos meses. Pero una valoración atractiva nos empuja a no abandonar ahora la renta variable. "Parece que 2008 será un año difícil, en el que la elevada volatilidad de los datos macroeconómicos se traducirá en una mayor volatilidad, y por lo tanto en un período más complicado para el inversor, dado que disminuye la rentabilidad ajustada por riesgo", añaden. De esta manera, recomiendan adecuar el nivel de renta variable a su tolerancia real al riesgo, pensando en que las perspectivas en el medio y largo plazo siguen siendo positivas, pero que el corto plazo es incierto.