La historia de LBV AM: cómo nacer y sobrevivir en plena crisis de 2008

Pedro-Baldaia-lbv
Pedro Baldaia, partner y gestor de LBV

Con sede en Londres pero ADN portugués, uno de los últimos desembarcos internacionales llega del país vecino. Siguiendo el apetito actual por soluciones alternativas, LBV Asset Management entra en el mercado nacional con su sicav Equus Investment, el vehículo para su estrategia long/short focalizada en renta variable pan-europea small y mid cap. Definen su estilo como “agnóstico”: una cartera que incluyen ideas top-down y bottom-up y value, growth y GARP.

“Somos firmes creyentes en el valor de la gestión activa, por lo que dedicamos la mayor parte de nuestro tiempo al análisis propio e interno, como el estudio de los fundamentales de empresas cotizadas”, cuenta Pedro Baldaia, partner y gestor de LBV.

La gestora canaliza esta filosofía en una única estrategia a través de tres vehículos, que a día de hoy cuentan con un patrimonio conjunto de 50 millones de euros. El LBV Primus Fund (basado en las islas Caimán) cuenta con más de 10 años de track record, mientras que el Equus LBV Long/Short Equities (en formato UCITS y domiciliado en Luxemburgo) arrancó en enero de 2018 aunque con el mismo proceso de inversión.

Pese al nacer en pleno 2008, o quizás precisamente gracias a ello, la estrategia ha generado una rentabilidad anualizada desde sus inicios del 4,16%. En 2008 cerraron con una caída mínima del 0,29% y en 2012 incluso generaron una rentabilidad positiva del 5,95%. De hecho, 2018 ha sido su peor año, al ceder un 7%, poco más de la mitad que su índice de referencia, el Eurostoxx 600.

España era un destino natural en sus planes para seguir creciendo, según explican, teniendo en cuenta su fuerte presencia en Portugal. “Queremos construir relaciones duraderas con inversores y distribuidores en todo el país”, aseguran. Al mercado nacional llegan con una propuesta de interés para family offices e individuos de alto patrimonio.          

¿Por qué small y mid caps?

Su foco está en las pequeñas y medianas compañías. “Donde más valor añadimos es en el rango de los 100 a 1.000 millones de euros en capitalización”, afirma Baldaia. Los grandes fondos están creciendo aún más y cada vez menos pueden invertir en este segmento dada las restricciones de liquidez. Una consecuencia de esto es que los proveedores de análisis de terceros también invierten menos recursos en este terreno. Así, cuenta que encuentran oportunidades interesantes en compañías infra-cubiertas e infra-analizadas. “Las ideas growth más interesantes generalmente son más evidentes a este nivel de tamaño y encontrar valor en transacciones de fusiones y adquisiciones es también más probable”, apunta.

Su universo de inversión está predominantemente en Europa desarrollada. “Es una región lo suficientemente amplia como para tener una lista amplia de compañías en todos los sectores. La proximidad a las compañías es un elemento crucial para el equipo gestor, por ello la importancia de establecer su oficina central en Londres.