La gran rotación… un fenómeno que llevará su tiempo

Actualmente, existe un gran debate con respecto a la ‘gran rotación’, esto es, un reequilibrio de las carteras de los bonos a las acciones. Muchos analistas de mercado coinciden en señalar que este cambio podría ser un proceso de largo recorrido que conducirá a un gradual repunte de las rentabilidades de los bonos. “Es importante señalar, sin embargo, que hay situaciones en las que el aumento de los rendimientos de los bonos podrían ser negativas para la bolsa. Además, las rentabilidades de los bonos se utilizan a menudo como un indicador de la tasa libre de riesgo para determinar el coste de capital y, por lo tanto, tienen un impacto directo en la valoración de las acciones”.

Según explica Henderson Global Investors en un artículo, si un pico en las rentabilidades de los bonos es alcanzado por la aversión al riesgo -ya que los inversores exigen primas de riesgo adicionales para mantener los bonos– es probable que el impacto en la renta variable sea negativo, al menos en el corto plazo. “Los crecientes temores de una ruptura del euro han sido un buen ejemplo de este tipo de escenario en los últimos años. Aunque cabe destacar que, en tales circunstancias, los rendimientos de los bonos no suben de manera uniforme en el mercado”, aseguran desde la gestora.

En un segundo escenario, el aumento de los rendimientos de los bonos podría verse alimentado por un fuerte aumento en las expectativas de inflación. “En general, esto es negativo para la renta variable. No obstante, hay sectores y empresas que históricamente han sido buenos refugios en los que resguardarse de la inflación y resulta probable que esta estrategia funcione mejor. El escenario óptico para las acciones es una situación en la que la rentabilidad de los bonos aumente debido a un mayor crecimiento económico. Bajo este escenario, la confianza de los inversores mejora con el apoyo que brinda la mejoría del negocio, lo cual es positivo desde el punto de vista de la valoración”.