“La gente está más nerviosa de lo que debería con la renta fija emergente”

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Foto cedida

Luc D’Hooge se incorporó a Vontobel AM en abril del año pasado. En este tiempo, el ahora responsable de renta fija emergente de la firma suiza ha cumplido con el encargo prioritario de lanzar un fondo que invirtiera en este universo de inversión, el Vontobel Fund - Emerging Market Debt, de renta fija en divisa extranjera y cuyo patrimonio ya alcanza los 460 millones de dólares. “Es un fondo que ha sido estructurado de la misma manera que el que gestionaba en Dexia, para generar retornos consistentes”, apunta D’Hooge, que indica que recientemente ha empezado a gestionar un mandato de activos de mercados frontera. Asimismo, bajo su batuta se ha ampliado el equipo de renta fija emergente de Vontobel, con el fichaje de la gestora Valentina Chen.

La pregunta inevitable que se hace a este gestor es si le preocupa cómo pueda reaccionar la deuda de países emergentes ante el final del tapering y la primera subida de los tipos de interés en EE.UU. en años. Al respecto, comenta que “la retirada del QE realmente no importa, lo relevante es la proximidad de la subida de tipos, que ha provocado ventas en la renta fija emergente porque son activos de mayor duración y, por tanto, mayor sensibilidad”. La duración media actual del Vontobel Fund - Emering Market Debt es de 6,75 años. El experto se niega a dar una cifra sobre el rendimiento medio de la cartera, puesto que considera que no es tan simple, sino que el inversor debe tener en cuenta los diferenciales y la probabilidad implícita de impago.

En defensa de la renta fija emergente

El experto explica que un repaso a los ciclos de subidas de tipos anteriores (en 1994 y 2004), se puede observar que los diferenciales de la deuda emergente no han tenido un comportamiento malo. Esto le lleva a concluir que “la gente está más nerviosa de lo que debería, las caídas no son comparables con la crisis asiática de 1997”.

D’Hooge insiste en esta idea, afirmando de hecho que “las valoraciones están muy interesantes, dependiendo de los índices se puede conseguir una compensación muy buena sobre el riesgo asumido y no se esperan grandes defaults”. Dice lo mismo de las divisas emergentes, pues cree que tras la corrección del último año sus valoraciones vuelven a ser buenas. Por ello, considera que la inversión ofrece una prima atractiva frente a los treasuries.

El experto explica que, después de las fuertes ventas registradas entre mayo y julio del año pasado – el conocido como “taper tantrum”- en esta ocasión el comportamiento del universo de renta fija global va a ser diferente: “Hay riesgo de subida de tipos, por supuesto, pero no creo que estos suban mucho. El año pasado hubo más compensación en Europa, especialmente en la periferia, pero ahora los rendimientos han caído y ya no son tan interesantes”.

También observa un incremento de la profundidad de este universo: “La liquidez sube y baja, no genera mucha oportunidad en sí misma pero sí que hay más oportunidades en el sentido de que hay más bonos, denominados en más divisas y con más sectores representados. Definitivamente, hay más liquidez de lo que se piensa, gracias a que ahora más inversores pueden invertir de forma más directa”. Para el representante de Vontobel, el interés de los inversores por la renta fija emergente “no es una tendencia continuamente al alza, pero puede verse cada vez más inversores institucionales conservadores que se interesan por esta clase de activo, y esta tendencia proporciona un apoyo firme a los mercados”.

¿Dónde están las debilidades?

No todo son alegrías. El gestor hace notar que la alarma que saltó el año pasado sobre el grupo de países conocidos como “los cinco frágiles” (Sudáfrica, India, Indonesia, Turquía y Brasil ) fue un aviso para que estos tomasen medidas, pero que no todos han oído. En particular, cree que ni Sudáfrica ni Turquía han hecho lo suficiente por reformar sus economías.

En cambio, cree que Indonesia sí está haciendo los deberes: “Su deuda se está volviendo atractiva, ofrece mejores perspectivas de crecimiento que otros activos asiáticos, que se han vuelto más caros”. También ha cambiado su exposición a deuda brasileña, que antes infraponderaba. Considera que “ahora el panorama es más interesante tras la derrota de Marina Silva”. En particular, D’Hooge señala que “Petrobras representa una gran oportunidad, hasta ahora había disfrutado de muchos medios tecnológicos pero el equipo director era malo”. También ha invertido en Minas Gerais, al considerar que las valoraciones son baratas en comparación con la deuda soberana, aunque no se olvida del riesgo de rebaja de rating que presenta el país.

En el camino contrario, el experto ha reducido algo de su exposición a China. Explica que “fundamentalmente no ha cambiado mucho, mantiene un perfil de riesgo parecido desde hace tiempo, pero tras la última corrección verdaderamente el bono chino lo hizo peor que el mercado”. Su decisión ha pasado por vender deuda china y comprar activos en Indonesia, Filipinas y Malasia. Entre otros mercados frontera en los que invierte el fondo también figuran Mongolia y Panamá.