La Autoridad de Servicios Finacieros de Reino Unido, FSA, ha concluido su investigación con respecto a Guillaume Rambourg, casi un año después de que su investigación sobre el gestor desencadenara una crisis en el seno de su ex compañía, la gestora Gartmore.
La FSA ha concluido sus pesquisas y ha determinado que no tomará ninguna acción disciplinaria, según comentó el propio Rambourg. La decisión pone fin a una saga de 12 meses en la que se produjeron fuertes reembolsos en el negocio de Gartmore y precipitaron la venta de la compañía a Henderson.
Según recogen distintos medios, el proceso de investigación ha enfadado a los anteriores inversores en la compañía, que llegó a ser una de las mayores gestoras británicas. “La FSA trató el asunto como si ya fuera culpable antes de probar su inocencia”, aseguró uno de los ex mayores accionistas de la entidad.
También hay malestar con los anteriores responsables de Gartmore debido a la suspensión de Rambourg, lo que dio alas a la investigación de la FSA.
El impacto de la suspensión del gestor de Gartmore en marzo de 2010 empeoró debido a su coincidencia con las mayores medidas tomadas por la FSA contra el uso de información privilegiada en la City. Así, el miedo de que Rambourg podría haberlo hecho condujo a una cadena de ventas. Además, más tarde se filtró la creencia de la gestora en que Rambourg podría haber efectuado órdenes de trading favoreciendo a ciertos brokers, una práctica común en la industria pero prohibida por las políticas internas de Gartmore. Sin embargo, un mes más tarde la gestora concluyó que no había sugerencias, actitud deshonesta ni falta de integridad en sus actos. Con todo, y ante la continuidad de la investigación de la FSA, Rambourg dimitió de la gestora en julio para cooperar con la autoridad.
Tras lo ocurrido, Rambourg asegura que espera embarcarse en el próximo capítulo de su carrera en el mundo de la gestión.