La Fed sube tipos y aporta los primeros detalles sobre la normalización de su balance

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International Monetary Fund, Flickr, Creative Commons

Si bien las anteriores subidas de tipos de la Reserva Federal se produjeron en un contexto de incertidumbre económica, inestabilidad de los mercados e incluso dudas sobre la voluntad del banco central para efectivamente subir tipos, el escenario de esta reunión de junio ha sido largamente anticipado por el mercado (con un 100% de probabilidad puesta en precio), y ya es oficial: el Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC por sus siglas en inglés) ha vuelto a subir el precio oficial de dinero por segunda vez en el año, hasta el nivel de 1% - 1,25%. El único disidente en la votación a favor de la subida de tipos fue Neel Kashkari, de la Fed de Minneapolis, que prefirió mantener el nivel anterior.

Brian Horrigan, economista jefe de estrategas macro de Loomis Sayles (parte de Natixis Global AM), afirma que “parece que la Fed está ansiosa de subir los tipos y emprender la normalización del balance, probablemente porque es improbable que el presidente Trump vaya a renovar a la presidenta de la Fed, Janet Yellen, para un segundo mandato cuando expire el suyo en enero”.

En los últimos días, varios participantes de mercado habían señalado que las expectativas publicadas en el gráfico de los puntos de marzo (el que refleja las proyecciones sobre el nivel de los tipos de interés de los miembros del FOMC) probablemente fueran revisadas al alza, algo que el mercado no estaba valorando efectivamente. Sin embargo, la actualización de los puntos está en línea con la revisión de marzo, al reflejar que la opinión mayoritaria de que los tipos alcanzarán el 1,5%. Es decir, que los miembros del FOMC esperan otra subida de tipos para este año. Horrigan comenta al respecto que “muchos inversores parecen escépticos respecto a cuanto subirá en realidad la Fed los tipos en el ciclo actual, especialmente dado que los miembros del FOMC se han mostrado ampliamente en desacuerdo respecto a este tema en los últimos años”

“La economía estadounidense puede adaptarse fácilmente a la subida de tipos de interés”, afirma James Athey, gestor sénior de Aberdeen. Éste se fija en que la economía está avanzando a un ritmo del 2%, y aclara que “hay señales de que el crecimiento del empleo se está frenando, pero es normal y saludable en este punto del ciclo económico”.

Las únicas dudas antes de esta reunión del FOMC giraban en torno a la inflación, que se había suavizado ligeramente en los meses previos. “Los giros en la inflación se han producido durante un periodo reducido de tiempo. No entendemos la inflación lo suficientemente bien como para tomar decisiones basadas en escasa información, incluso cuando se reduce a la inflación subyacente menos volátil”, indica Athey. Éste añade, no obstante, que considera que el objetivo de inflación del 2% es “completamente arbitrario”. En su opinión, “tener una inflación subyacente del 1,5% es perfectamente consistente con la retirada de algunos estímulos, dado el mandato actual de la Fed de pleno empleo y estabilidad de precios”. “No normalizar la política monetaria desde este punto simplemente supone el riesgo de alimentar burbujas y de acumular problemas para el futuro”, sentencia.

El balance de la Fed

Las Actas de la Fed publicadas en mayo mencionaban por primera vez de forma explícita que la autoridad monetaria está planeando dejar de reinvertir los activos de su balance – que suma 4,5 billones de dólares- cuando estos lleguen a vencimiento. Incluso ofrecían una guía preliminar sobre cómo se efectuaría el tapering del balance, a partir de un sistema de topes de reinversión.

El comunicado emitido por la institución se limitó a indicar que por el momento se mantendrá la política actual de reinversion del principal, con una pequeña pista: “El Comité espera actualmente empezar a implementar la normalización del balance este año, dado que la economía evoluciona en general como se esperaba”.

La gran novedad de esta reunión ha sido la publicación de un anexo en el que se detalla cómo se procederá a dicha normalización. En primer lugar, la Fed detalla que el límite para reinvertir los bonos del Tesoro de EE.UU. que lleguen a vencimiento será inicialmente de 6.000 millones de dólares por mes, y que se incrementarán en otros 6.000 millones cada tres meses durante un periodo de doce meses, hasta que alcancen los 30.000 millones al mes.

El límite para la deuda de agencia y los MBS será inicialmente de 4.000 millones y se incrementará en 4.000 millones adicionales al mismo ritmo (cada trimestre durante 12 meses), hasta que alcance un ritmo de 20.000 millones al mes. El FOMC ha anticipado que estos límites se mantendrán una vez que alcancen sus niveles máximos, “de manera que las inversiones de la Reserva Federal sigan cayendo de una forma gradual y predecible hasta que el Comité considere que la Fed ya no tiene más bonos de los necesarios para implementar su política monetaria de forma eficiente y efectiva”.

El experto de Loomis Sayles afirma que verdaderamente “el balance es el gran problema”, más que la modificación de la trayectoria de los tipos. Éste añade que “la Fed está dispuesta a comunicar su intención al mercado”, y que probablemente empiece a ejecutar esta siguiente fase de la normalización monetaria en otoño y de forma gradual. “Lo último que quiere la Fed es una repetición del taper tantrum de 2013”, concluye Horrigan.

El tapering del balance de la Fed fue también objeto de debate durante el 36.º Foro Secular anual celebrado por PIMCO a principios de mayo, en el que participaron Richard Clarida (asesor global estratégico), Andrew Balls (director de inversiones de renta fija) y Daniel J. Ivascyn (director de inversiones del grupo. "Sobra decir que si (como cree la Fed, y también PIMCO) los tres programas de expansión cuantitativa redujeron las primas de plazo sobre las hipotecas y los títulos del Tesoro estadounidense con vencimientos largos, la venta de esta cartera ejercerá a buen seguro una presión alcista en las primas de plazo y, por tanto, en los tipos hipotecarios y los rendimientos de la deuda a largo plazo”, comentaron los expertos con respecto a este movimiento. En previsión de este escenario, desde la firma han mostrado su convencimiento de que, dentro de su horizonte secular, “reaparecerá una prima de plazo positiva en la curva de tipos estadounidense”.