La evolución demográfica y sus implicaciones financieras

de_figueroa
Imagen cedida

Los cambios demográficos son una de las fuerzas de la naturaleza más potentes y arrolladoras que se conocen. Es un proceso lento e implacable cuya inercia termina por transformar muchos aspectos del mundo que conocemos. Como toda gran masa en movimiento genera en su desplazamiento mucha energía, la cual podemos anticipar hacia dónde se canalizará gracias al carácter predecible de los cambios demográficos y a la recurrencia del comportamiento humano.

Pero entremos en materia. La edad media hoy es de 29 años y, en 2050, se situará en 37, mientras que la proporción de personas de edad avanzada (mayores de 65) en relación a personas en edad de trabajar (16-65) pasará en muchos países como Alemania, Japón y el sudeste asiático de tres trabajadores por cada persona retirada a dos. Este deterioro del llamado “ratio de dependencia” junto con un incremento de la esperanza de vida, propiciará tasas de ahorro crecientes de la población en edad de trabajar de cara a acumular activos que permitan afrontar unos largos años de retiro, a la vez que una paulatina reducción del PIB per cápita.

Sin embargo, hay que analizar algo más a fondo y por segmentos la composición de ese grupo personas en edad de trabajar, ya que de los 20 a los 35 años (jóvenes), los salarios son típicamente menores y las prioridades son formar una familia con todos los gastos que esto conlleva, mientras que la preocupación por un retiro confortable queda muy, muy lejos. Este grupo de trabajadores tiene una propensión mayor a gastar que a ahorrar, pero su capacidad es limitada.

A continuación, se encuentra el grupo comprendido entre los 35 y los 50 años (maduros), el cual disfruta de salarios más elevados. Además, la unidad familiar a esa edad suele tener mayor estabilidad económica por el simple hecho de tener dos fuentes de ingreso. Este grupo destina una parte de sus ingresos al ahorro y a la inversión, fundamentalmente con la compra de una casa al principio (la mayor tasa de compra de vivienda se sitúa entre los 33 y los 37 años), así como a la compra de bienes duraderos.

Finalmente, el último subgrupo de la población en edad de trabajar lo componen las personas comprendidas entre los 50 y 65 años (adultos), cuyos hábitos de ahorro y consumo, así como sus preocupaciones y prioridades, cambian sustancialmente. En este tramo de edad, los ingresos alcanzan su máximo de toda la vida laboral, la educación y mantenimiento de los hijos está en su fase final, la carga de la casa familiar también se ha reducido de forma relevante y, por el contrario, comienza a ser de vital importancia la planificación de su retiro. Es en esta fase cuando el consumo de bienes duraderos se reduce drásticamente y las tasas de ahorro e inversión se elevan fuertemente.

¿Cómo se interrelacionan estos grupos de vida laboral?

Veamos ahora cómo se espera que se muevan los flujos de personas entre estos tres segmentos de la vida laboral para asociar esos flujos a los hábitos característicos que hemos repasado de cada uno y poder anticipar así su influencia en los mercados financieros.

Definamos primero por orden cronológico a las generaciones más relevantes que actualmente se encuentran en edad de trabajar:

A) “Baby Boomers”: nacidos entre 1946 y 1964, siendo 1957 el año de mayor número de nacimientos. Actualmente, el mayor número de ellos tiene entre 49 y 59 años.

B) “Echo Boomers”: son los hijos de los “Baby Boomers”, nacidos entre 1982 y 2001, siendo 1990 el año de mayor número de nacimientos. Actualmente, tienen entre 15 y 24 años.

El ratio MJ (maduros de 35 a 50/jóvenes de 20 a 34) es un impulsor determinante de la economía y, por ende, de los mercados financieros. A medida que sube significa que el segmento maduro con sus altos salarios y elevadas tasas de consumo pasan a ser más que los jóvenes en proporción.

El ratio MJ subió fuertemente desde 1980 hasta el año 2000, desde donde viene retrocediendo año tras año a medida que los Baby Boomers van saliendo de la edad madura para pasar a la edad adulta. Curiosamente, los mercados financieros experimentaron un periodo de fuerte bonanza desde 1980 hasta, precisamente, el 2000, y desde entonces estamos inmersos en un mercado estructuralmente bajista. Se espera que el ratio MJ se gire al alza en 2015, ya que los “Echo Boomers” comenzarán a entrar en la edad madura, y siga ascendiendo hasta 2029. Este periodo coincidirá, además, con el hecho de que los “Baby Boomers” tendrán en su mayoría más de 50 años y tenderán a incrementar el ahorro y la inversión en detrimento del consumo.

Ambos hechos (“Echo Boomers” entrando en la edad madura y, “Baby Boomers”, en la edad adulta), crean un entorno muy favorable para la evolución de los mercados financieros durante los próximos 15 años.