“La evolución de la Bolsa de EEUU parece tener correlación con los resultados de las elecciones”

La incertidumbre en cuanto al resultado de los comicios celebrados en EEUU en el año 2000, que enfrentaron al republicano George W. Bush y al entonces vice-presidente del país, Al Gore, tuvo un curioso impacto en la Bolsa de Nueva York. Al no salir de las urnas un vencedor claro, las dudas sobre quién sería el nuevo inquilino de la Casa Blanca derivaron en un comportamiento errante de los diferentes índices sectoriales, que empezaron a moverse al calor de las noticias que se iban sucediendo para determinar la identidad del futuro presidente.

Este comportamiento no es de extrañar teniendo en cuenta que, según sea el color político del mandatario, unos sectores se pueden ver más favorecidos que otros. Al menos, así lo interpretan los inversores. Según Fidelity, “la evolución de la Bolsa de EEUU parece guardar cierta correlación con los resultados de las elecciones”. Tal vez por este motivo, los comicios se están convirtiendo en una cuestión de primer orden para los inversores. Y es que, dependiendo de quién sea el nuevo presidente, la configuración de una cartera podría ser una u otra.

Existe una percepción generalizada que apunta a que el Partido Republicano es más favorable a las empresas (liberalización), que suele estar a favor de reducir los impuestos y que apuesta por recortar el papel del estado. Por el contrario, se cree que el Partido Demócrata se muestra más partidario a regular las empresas, subir los impuestos y tener un estado más fuerte. “La consecuencia es que una victoria republicana debería ser mejor para las Bolsas. Sin embargo, las pruebas no lo corroboran, ya que durante las últimas doce elecciones, que abarcan un periodo de 48 años, el S&P 500 ha conseguido una rentabilidad media anual más alta con los demócratas”, indican desde la entidad.

Sanidad

Lo que también parece claro es que existen determinados sectores que podrían verse especialmente beneficiados o perjudicados según quién gane. La sanidad es uno de ellos. De acuerdo con Fidelty, si Obama gana, se beneficiarían las empresas que colaboran con Medicare y Medicaid, incluidas las farmacéuticas. "También podría ser positivo para el empleo, ya que se necesitaría más personal hospitalario para atender a un mayor número de pacientes. Los fabricantes de fármacos para el VIH también se beneficiarían, ya que los pacientes de rentas más bajas tendrían acceso a sus productos. Por el contrario, las empresas privadas que venden seguros médicos probablemente saldrían perjudicadas”.

En caso de victoria de Romney, el nuevo presidente podría intentar derogar la ley y sustituirla. Las empresas de diferentes sectores que tienen lucrativos contratos como proveedores de Medicare (tercera edad) y Medicaid (pobres) podrían verse negativamente afectadas. Las farmacéuticas también, ya que habría menos personas con seguro médico. En el lado opuesto, las empresas privadas que venden seguros médicos probablemente se beneficiarían, ya que podrían desaparecer los impuestos, cargos y normas que establece la 'Affordable Care Act'.

Banca

Respecto al sector financiero, la gestora cree que, en caso de que Rommey saliese elegido, éste tendría influencia sobre el Consejo de Supervisión de Estabilidad Financiera, lo que beneficiaría a las empresas financieras no bancarias, como las gestoras de activos y las aseguradoras. Por el contrario, si Obama sale elegido, los planes para que los contratos de derivados extrabursátiles coticen en mercados regulados beneficiarían a las cámaras de compensación.

Defensa

En cuanto a compañías de armamento, muchas empresas podrían beneficiarse tanto con Obama como con Romney y eso es consecuencia de las tensiones geopolíticas que siguen influyendo en la política estadounidense actualmente, en particular la crisis nuclear iraní. No obstante, Fidelity cree que, si Romney gana, “probablemente apoye las exportaciones de armamento para compensar a aquellos contratistas afectados por la progresiva reducción del esfuerzo bélico en Irak y Afganistán”.