"La Eurozona camina hacia la unión fiscal, pero no será un trayecto en línea recta"

En los últimos años hemos visto cómo la solvencia de activos hasta ahora libres de riesgo, como es el caso de la deuda soberana, ha sido puesta en tela de juicio, una situación que ha tenido un importante impacto en algunos segmentos del mercado de bonos corporativos. Aunque en los últimos meses se han producido avances a la hora de dar una solución definitiva a la crisis de deuda de la Eurozona, como el plan de financiación a tres años aprobado por el BCE a finales de diciembre, los expertos de J.P.Morgan Asset Management consideran que “todavía quedan pendientes reformas estructurales y desequilibrios que deben corregirse”.  

 

En este sentido, la firma se muestra convencida en un artículo titulado Corporate bonds and European sovereign debt after the LTRO que Europa camina hacia una completa integración fiscal entre sus miembros, si bien “este trayecto no lo hará en línea recta: habrá momentos de mucho optimismo y periodos de elevado pesimismo, como ocurriera en 2011”. De este modo, y dado que –según señala la gestora americana- no se puede decir que la crisis de deuda soberana esté ya resuelta, “podemos anticipar nuevos sobresaltos en el mercado de bonos que irán al compás de una acción política impredecible”, señalan. 

 

Pese a ello, los activos de riesgo seguirán beneficiándose a lo largo de 2012 de los progresos que indudablemente se están produciendo en el control de la crisis de liquidez europea. Entre dichos avances, J.P.Morgan AM destaca una mayor austeridad por parte de los países endeudados, la reestructuración de la deuda griega y un programa de operaciones de financiación a largo plazo puesto en marcha por la autoridad monetaria que, a juicio de la entidad, “van en el camino correcto”. 

 

Esto no quiere decir, sin embargo, que el BCE esté libre de crítica. Desde la gestora estadounidense recuerdan el aluvión de comentarios que se han escuchado en contra de la entidad que preside Mario Draghi, entre los que destacan los referentes al excesivo dogmatismo en su obsesión por controlar la inflación o los que hacen alusión al hecho de estar llevando a cabo una política equivocada. “El BCE no ha incurrido en un programa de Quantitative Easing (QE) como el aplicado por la Reserva Federal en Estados Unidos, pero sí ha expandido rápidamente su balance.