La estrategia de inversión de cara al segundo semestre de BNP Paribas AM

Kamil Molendys, Unsplash

Durante los últimos dos meses, los activos de riesgo han sufrido diferentes incertidumbres, en particular por las expectativas de crecimiento. Habiendo adoptado una posición ligeramente más cauta en mayo, ¿hay que seguir reduciendo la exposición al riesgo? 

 

Estamos manteniendo prácticamente posiciones similares en varias clases de activos. De hecho, nos encontramos en un momento de cambio en los mercados: los inversores están planteando la posibilidad de que veamos una inflexión en el crecimiento, particularmente en EEUU así como en China, lo que podría amenazar la recuperación global. Los últimos datos macroeconómicos no fueron alentadores, debido a un deterioro de los principales indicadores y de las cifras de creación de empleo en EEUU. 

 

Sin embargo, creemos que aún es demasiado pronto para presuponer un final al ciclo del crecimiento, y consideramos que las dudas actuales son comparables a aquellas que surgieron durante el mismo periodo en 2010. En EEUU, continúan los factores de crecimiento en los sectores cíclicos: la inversión privada comienza a recuperarse y el sector inmobiliario tiene que mostrar un rebote. Sería extremadamente atípico ver un repunte en el ciclo incluso antes de que esos sectores realmente se hayan recuperado. Es más, las condiciones monetarias siguen siendo favorables, con tipos de interés reales negativos y con los préstamos bancarios mejorando ligeramente. 

 

Por eso esta recuperación es aún débil, pero desde nuestro punto de vista no va a acabar. También tenemos una tranquilizadora visión de la situación en China, donde creemos que el crecimiento está en el camino de su normalización más que en experimentar un aterrizaje forzoso, especialmente desde que las autoridades monetarias esperan ser menos restrictivas de ahora en adelante. La confirmación de la continuidad del crecimiento en EEUU, a niveles relativamente bajos comparados con los ciclos pasados aunque a un nivel positivo, podría respaldar a los activos con riesgo durante la segunda mitad del año.

 

¿Cuál es nuestra asignación de activos en estos momentos? 

 

Permanecemos neutrales en la renta variable de los países desarrollados puesto que estamos a la espera de la mejor oportunidad para aumentar nuestra exposición y volver al mercado. Continuamos ligeramente más positivos en renta variable emergente. En renta fija, aún tenemos poco interés en los bonos gobierno dados los riesgos de un aumento en los retornos de los plazos más largos para finales de este año. Hay dos alternativas que preferimos en el mercado del crédito. La primera sigue siendo la de los bonos corporativos, especialmente los bonos high yield, debido a que su carry y su sensibilidad más baja a los tipos de los bonos gobierno. Sin embargo, ya se ha invertido mucho en esta clase de activo y podría sufrir más tarde de un aumento del apalancamiento financiero en las hojas de balance corporate. La segunda es la deuda emergente, especialmente en moneda local. Por último, seguimos alcistas a medio plazo en las materias primas, con preferencia en metales y al petróleo.  

 

¿Cuándo deberíamos cambiar a una asignación más agresiva? 

 

Estamos a la espera de ver cómo se comportan los mercados durante el verano, pero desde nuestro punto de vista, en los próximos meses es poco probable que tengamos una confirmación de que el ciclo de crecimiento sigue firme. Además, los informes sobre el resultado empresarial del segundo trimestre de julio y en agosto podrían ofrecer confirmación de la buena salud de las empresas. A menos que se produzca un cambio radical en nuestra visión para entonces, no pensamos incrementar nuestra exposición a los mercados de renta variable.

 

Vincent Trulent, responsable de estrategia de BNP Paribas Asset Management