“La economía de EEUU seguirá débil en 2012 al persistir las incertidumbres del año pasado”

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Dmolsen, Flickr, Creative Commons

Aunque con notables diferencias con respecto a 2011, la situación económica-financiera de Estados Unidos en 2012 tiene visos de ir por el mismo camino y mostrar la misma debilidad. Mientras que en el pasado curso, el devastador tsunami de Japón y el fuerte incremento en los precios del petróleo fueron algunas de las causas del flojo comportamiento de la primera economía del mundo, la crisis de la eurozona (con España e Italia en el epicentro), la incertidumbre sobre el techo de deuda estadounidense y el ajuste fiscal que se anunciará tras las elecciones de noviembre, son algunos de los interrogantes que persisten desde el pasado año y que, todavía hoy, lastran su crecimiento.

Así lo aseguran Joshua McCallum y Gianluca Moretti, gestores del equipo de renta fija de UBS Global Asset Management, en un informe de Economist Insights, en el que auguran una repetición para 2012 de la situación de debilidad de la economía estadounidense. En su opinión, “la reciente ola de datos macroeconómicos en Estados Unidos (índice de demanda de productos manufacturados, mercado laboral...) ha decepcionado a los inversores”.

La pregunta que desde la gestora suiza se hacen es si este contexto de desaceleración económica es parecido al del año pasado o supone el comienzo de algo más profundo. Según explican, tomando como referencia los indicadores económicos previos a 2011, los actuales muestran una situación económica más débil por anticipado en comparación con la del curso pasado aunque, por otra parte, también ponen de manifiesto que “el tamaño relativo de la ralentización sería menor”. Además, UBS Global AM no alberga esperanzas en cuanto a una resolución política decisiva ni en la eurozona ni en EEUU durante los próximos meses, por lo que “no es una sorpresa que las empresas estén reduciendo inversión y planes de empleo y que los hogares estén recortando su gasto”.

Finalmente, aunque tanto 2010 como 2011 pusieron de manifiesto que una desaceleración en los índices no conlleva necesariamente una recesión, algunos analistas están preocupados al respecto. Sin embargo, y como factor positivo, UBS Global AM apunta que “la disminución de los precios del petróleo debería apoyar a la economía estadounidense, donde los consumidores podrán disfrutar de la gran bajada de precios experimentada por la cotización del barril de crudo desde el primer trimestre de año”.