“La disciplina y la paciencia pueden generar una gran rentabilidad a largo plazo”

Robert_Hackney
Foto cedida

El futuro es incierto. Siempre lo ha sido. Lo demuestra el hecho de que las crisis a lo largo de los años hayan estado siempre  con nosotros, lo que en ocasiones ha reducido la visibilidad de una inversión. Sin embargo, Robert Hackney, director general senior de First Eagle Investment Management (la entidad sub-gestora de inversiones responsable de la gestión del fondo que en Europa comercializa Amundi), cree que las crisis representan oportunidades, al ser periodos en los que los mercados te permiten entrar en buenos negocios a precios atractivos. “El precio que pagas por una empresa es mucho más importante que las perspectivas que ofrezca esa compañía”, afirma. Y, para sacarle el máximo rendimiento, el horizonte de inversión debe ser el largo plazo. “Somos inversores, no traders”.

En una presentación celebrada en Madrid, el responsable de Amundi International Sicav afirma que el tiempo medio que el inversor mantiene en cartera una acción en la Bolsa de EE. UU. es de 60 días. “La nuestra es de seis años. La disciplina y la paciencia pueden producir una gran rentabilidad a largo plazo”, revela. Los resultados por ahora le dan la razón, ya que desde su creación en 1996 el fondo ha logrado batir al mercado de una manera recurrente. El equipo ha seguido un proceso de gestión muy disciplinado, que a menudo le obliga a desechar valores por el elevado riesgo que entrañan. “Los negocios con los que ganas un 50% también te pueden hacer perder un 50% muy rápidamente”.

Las valoraciones elevadas, las empresas con altos niveles de apalancamiento, los balances opacos, los modelos de negocio vulnerables y una gestión empresarial agresiva es, según Hackney, lo que el equipo trata de evitar a toda costa. “Buscamos lo que nadie quiere, lo despreciado, lo infravalorado. Esa es la clave para crear valor a largo plazo”. Para que una compañía pueda optar a formar parte de su cartera tienen que darse dos circunstancias previas. Primero, que el negocio sea sólido. Y, segundo, que cotice con un descuento de entre el 30% y el 50% con respecto a su valor intrínseco. “Toda empresa tiene un valor intrínseco: nosotros estudiamos el valor de cada negocio en particular”.

En este momento, esto cobra una importancia máxima, sobre todo teniendo en cuenta que, según explica, los Quantitative Easing (QE) han manipulado los precios de los activos. “Somos flexibles. No construimos una cartera en función de un índice de referencia, ni seguimos un benchmark en particular. Invertimos en compañías pequeñas, medianas y grandes y descartamos entrar los negocios que no entendemos”, señala. En un entorno muy cambiante, Hackney reconoce que el equipo está muy atento a las variaciones. “Los primeros teléfonos móviles eran Motorola; luego vinieron los Nokia, las BlackBerry, ahora los iPhones… ¿Será Apple eterno? Yo creo que no”, señala.

“Nosotros buscamos ser propietarios de compañías que muestren escasez, comprándolas con un margen de seguridad adecuado. También poseemos activos ligados al oro como cobertura potencial frente a una arquitectura financiera imperfecta”. Los intangibles de una empresa también son, a su juicio, aspectos a tener muy en cuenta. “Los activos intangibles humanos son fuente de valor, así como las marcas de franquicias que crean hábitos en los clientes, los que tienen efectos de escala o las empresas con modelos de negocio que mantienen al cliente cautivo”. Google, Nestlé, Sysco o Microsoft son ejemplos de cada uno estos aspectos.

“En el actual escenario el inversor debe saber que el activo libre de riesgo ya no existe”. A su entender, el efectivo es el mejor lugar en el que estar cuando no existen oportunidades. “No conozco activo más seguro”, asevera. El manejo que los gestores del Amundi International Sicav han hecho de la liquidez representa muy bien la estrategia que sigue el equipo. En marzo de 2009, cuando los índices bursátiles cayeron a niveles muy bajos, el mercado nos dio la oportunidad de invertir en buenas compañías a precios atractivos, y sus posiciones en efectivo cayeron a mínimos. Dos años después, en marzo de 2011, el porcentaje de efectivo en la cartera alcanzaba el 25%.

Con 3.217 millones de dólares en activos bajo gestión, el fondo tiene 147 nombres en cartera. Northrop Grumman (2,02%), Cisco Systems (1,96%) y Comcast (1,85%) son las primeras posiciones. Por regiones, la Bolsa estadounidense ocupa el 36% de la cartera, seguido de la japonesa (17%) y la europea (15%). A nivel sectorial, financieras, industriales y tecnología de la información se reparten proporcionalmente el 39% del total del fondo. “Uno de los éxitos es mantenerse flexibles en términos sectoriales, geográficos y de capitalización”. Desde su creación, el Amundi International Sicav ha ofrecido una rentabilidad anualizada del 10,5%, cinco puntos por encima del MSCI World (5,2%).