La dieta mediterránea seduce al inversor

Angel_Minguez
Imagen cedida

El boom que vive la cocina en televisión ha vuelto a poner de manifiesto los beneficios de la dieta mediterránea.

Durante bastante tiempo, el inversor bursátil se vio obligado a conocer la gastronomía de otras latitudes, con el objetivo de diversificar su cartera y reducir el peso en compañías domésticas o pertenecientes al arco Mediterráneo. Se trataba de aquella época en que nuestras multinacionales evitaban la palabra España en sus presentaciones a inversores extranjeros. Afortunadamente, aquel tiempo pasó

En el arranque del ejercicio, el queso feta griego, el vino de Oporto, la pasta italiana y el aceite español se imponen al foie francés, a la cerveza centroeuropea y al fast food anglosajón. Así, el índice heleno ASE, el PSI portugués, el Mibtel italiano y el Ibex35 han obtenido mayores revalorizaciones que sus homólogos europeos. La caída de la prima de riesgo en estos países ha vuelto a colocar la llamada periferia europea en el mapa del inversor internacional. No hace tanto tiempo, el dinero huía despavorido de estas economías, por su delicado escenario macroeconómico y sus problemas de financiación; ahora, retorna en busca de gangas y oportunidades de inversión. A pesar de que el cuadro macroeconómico de estos países sigue presentando numerosas incertidumbres, el apetito por la periferia europea es un hecho, tanto en los mercados de renta fija como de renta variable.

Si el entorno ayuda y es favorable, y Wall Street y el Dax alemán continúan alcanzando nuevos máximos históricos y el índice Eurostoxx50 consolida los niveles actuales, no vistos desde aquel terrible año bursátil 2008, las bolsas periféricas continuarán recibiendo la entrada de dinero extranjero de forma masiva, como si de turistas se tratase. Para que el año bursátil obtenga la estrella Michelin correspondiente, el inversor deberá vigilar que la temperatura de las primas de riesgo periféricas sea la adecuada, que la consistencia y presentación de cifras macroeconómicas de estas economías sigan mejorando y tratar de que las especias que llegan de Latinoamérica y Asia mantengan el equilibrio y maridaje correcto. Así, el éxito parece asegurado.

Por su parte, la bolsa española ha llegado a saborear, en este arranque de ejercicio, el manjar que supone alcanzar el nivel de los 10.500 puntos, con el sector bancario como principal protagonista. Algunos analistas fundamentales realzan los atributos de muchas compañías de los países del sur de Europa, respecto a sus competidores domiciliados en los países del Norte, cuya valoración es muy superior debido a la descorrelación que han registrado desde que estalló la crisis de deuda soberana. Por tanto, la dieta mediterránea se impone en este momento, aunque sería saludable que la tendencia actual del mercado se cocinase a fuego lento, y con una pizca más de prudencia, con objeto de evitar futuras y molestas indigestiones.