La deuda española: vitamina en las carteras de renta fija

Los gestores españoles de renta fija coinciden a la hora de valorar el atractivo de las rentabilidades que ofrece la deuda pública española actualmente, tanto en tramos cortos como largos aunque sobre todo en los primeros. La última subasta de letras a 12 y 18 meses del martes se saldó con rentabilidades medias respectivas del 5,074% y 5,107%, casi doblando las de las emisiones del mes de mayo.

Los bonos a 2, 3 y 5 años que se subastan hoy jueves podrían ofrecer retornos de entre el 5% y el 6%, tomando como referencia sus cotizaciones en el mercado secundario. Niveles que los gestores aprovechan para enriquecer sus carteras de fondos monetarios y renta fija, o para construir nuevas carteras “buy and hold”(comprar y mantener) y también garantizadas, si bien algunos resisten la tentación y prefieren situarse un poco más al margen.

Entre los que están apostando por el activo, sobre todo triunfan los vencimientos cortos. “Rentabilidades superiores al 5% en un activo como las letras del Tesoro a 12 meses muestran, sin duda, un atractivo importante para cualquier gestor de renta fija nacional. En nuestra opinión mejor opción que bonos con vencimiento superior”, explica Fernando García de la Serrana, director general de Gestifonsa. Eso sí, reconoce que la inversión implica considerar su actual rating (BBB) y condiciones de liquidez del mercado, que en el momento actual es reducida. La idea es aprovechar la inversión en letras del Tesoro para productos monetarios y deuda pública para productos de renta fija.

“Las rentabilidades del 5% en las letras a un año son niveles psicológicos que el inversor no suele dejar escapar y más teniendo en mente lo sucedido a finales del año pasado. Además, si la línea de crédito a la banca española se instrumentalizase a través del ESM, la subordinación de la deuda española solo afectaría al bono, dando así un plus de seguridad a la letra”, dice el equipo de renta fija de BMN Gestión de Activos. La gestora apunta que la demanda de las últimas subastas es principalmente española y que en las próximas podrían participar las tesorerías de bancos -que pueden llevar a descontar este activo al BCE con un buen diferencial- o compañías de seguros, que aprovechan estas altas rentabilidades para cubrir flujos de sus productos.

También están acudiendo a las últimas subastas de deuda en Popular Banca Privada, para la cartera de sus sicav. “El riesgo España solemos verlo con buenos ojos sobre todo si los tipos son altos por la tensión de los mercados y si los vencimientos son cortos. Nos preocupa más el riesgo de base, por lo que en general estamos positivos en los plazos cortos y por eso solemos aprovechar e ir a subastas como las de esta semana”, explica Jordi Padilla, director de Popular Banca Privada Gestión. Compras que utilizan para las sicav, ya que la mayoría de ellas son de perfil conservador, con posición mayoritaria en renta fija y en las que el cliente suele aceptar bien el riesgo España. También en fondos con carteras de renta fija a vencimiento; de hecho, en 2011 lanzaron dos productos de esas características (dos sicav, PBP Cartera Premium I y II).

En Unigest también dan aporte vitamínico de deuda española a sus carteras de fondos monetarios y de renta fija global. “En las carteras de monetarios, la bajada de rating ha reducido mucho el universo de inversión. Aún se puede invertir en deuda española y hemos aprovechado para aumentar la exposición en plazos de hasta un año, sobre todo a 10 meses, aunque la rentabilidad no ha llegado a los niveles de noviembre del año pasado”, explica Raul Beltrá, director de Renta Fija de Unigest.

Las rentabilidades de los bonos con vencimientos algo más largos, como el 10 años, las aprovechan en los fondos globales. “Aún le queda corrección a la reciente ampliación de diferenciales hasta que se aclare el rescate europeo, pues la caída de rentabilidad de los últimos días se ha debido más a movimientos técnicos que a mensajes consistentes, que podrían producirse en las próximas cumbres”, explican desde el departamento de renta fija de la gestora. De momento no aprovecha la situación para lanzar nuevos garantizados, si bien se sirve de las renovaciones, que suelen ganar atractivo en momentos recientes, aunque no siempre coinciden con la compra de la cartera en situaciones de máxima tensión. “Ahora lo que cuenta es mantener el patrimonio en estos fondos. Tiene más sentido que tratar de captar nuevos clientes", explica.

En BanSabadell Inversión vienen aprovechando la situación desde hace tiempo. Como ejemplo, el fondo garantizado lanzado en mayo y que se encuentra en periodo de comercialización Sabadell BS Garantía Fija 12, con una TAE del 4,25% a cinco años. Más allá de sacar partido a las rentabilidades en productos garantizados, lo hacen en sus fondos de renta fija, que empezaron el año con mucha exposición a deuda periférica que vendieron o dejaron vencer en los primeros meses ante su buen comportamiento, aumentando la liquidez para prepararse ante la aparición de nuevas oportunidades.

“Esa oportunidad ya está aquí”, dice Lluc Sas, director del equipo de Renta Fija y Fondos Garantizados, que ha tomado posiciones en la parte corta de la curva, con vencimientos de en torno a un año, donde ve mucho valor pues supone “una alternativa muy competitiva frente a los depósitos”. También ha añadido a las carteras tramos con vértices de hasta tres años, con la liquidez que han obtenido de la venta de deuda alemana con vencimientos extra largos. Pero, más allá de los plazos de cinco años, Sas es cauto.

Resistir la tentación

Con todo, algunas entidades se mantienen más al margen de la deuda española, a pesar del caramelo ofrecido en forma de alta rentabilidad. María Colino, gestora de fondos de Fineco, reconoce el atractivo de los actuales niveles pero rechaza invertir toda la cartera en el activo. “Estamos analizando la situación pero, de momento, no hemos lanzado ningún nuevo fondo con cartera invertida totalmente en deuda española. Optamos por la compra selectiva en carteras que puedan soportar el riesgo a corto plazo, y en su justa medida", dice. "Aunque no somos catastrofistas, creemos que aún queda camino para que llegue la tranquilidad a este mercado”, apostilla.

En los fondos de renta fija de Gesconsult, se aprovechan las oportunidades más en los activos de crédito que en deuda pública, con renta fija de grandes bancos de primera calidad y que, para Alfonso de Gregorio, su director de Gestión, han sufrido bajadas de rating injustificadas por su nacionalidad, a pesar de tener la mayor parte del negocio fuera de España.

Intervención en próxima subasta

Para la subasta de hoy jueves, en la que el Tesoro piensa emitir títulos a 2, 3 y 5 años con un objetivo de colocación entre 1.000 y 2.000 millones con rentabilidades de mercado en torno al 5,10%, 5,75% y 6,35%, la mayoría descarta una intervención del BCE, aunque en Gestifonsa hablan de “algún tipo de apoyo”. Colino cree que, más allá de hablarse de una intervención a determinados niveles de rentabilidad, hay que cambiar el enfoque. "Dicha acción ocurrirá si hay problemas de liquidez", dice, pues considera “preocupantes” los bajos volúmenes en la negociación de algunos bonos. “El mayor riesgo es que las subastas queden desiertas o no cubiertas, aunque el Tesoro está jugando con los volúmenes y las cantidades son mucho menores que a principios de año", explica.

Para Unigest, más que una intervención, habrá medidas alternativas, como un cambio de enfoque en la eurozona que dé soporte a España e Italia, buscando mecanismos en la cumbre del G-20 o la de Roma, centrándose en medidas de crecimiento, también por parte de Alemania. “El BCE tratará de reducir su papel como banco central al mínimo y no creo en una intervención a corto plazo”, explica. 

Si no se tensiona más el mercado, Sas descarta también esa acción y confía más en los próximos hitos como el resultado de la auditoría sobre el rescate a España o la reunión del Consejo Europeo, entre otros. “La intervención daría soporte, pero para tener un cambio sustancial de tendencia hemos de ver hechos o declaraciones de intenciones reales”, afirma.