La deuda corporativa emergente sigue dando razones para invertir

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Alias 0591, flickr, Creative Commons

No hay duda de que la incertidumbre global y la volatilidad de los mercados ha acrecentado el atractivo de estos activos en los últimos años. Los inversores se ven atraídos por las fuertes hojas de balance de las compañías y la creciente demanda de productos de consumo y servicios financieros en la mayoría de las economías emergentes. Sin olvidar que estos mercados se convirtieron en la mejor alternativa para salir de los mercados desarrollados que ofrecen rendimientos ultrabajos.

Estos nuevos fondos que han surgido para satisfacer este interés han ayudado a elevar las colocaciones en circulación por encima de 1 billón de dólares, debido a que los inversores buscan mayores retornos mientras tratan de evitar los problemas de las economías desarrolladas.

Los emisores soberanos emergentes lanzaron bonos por 72.000 millones de dólares en los nueve primeros meses del 2012, y difícilmente se acerquen al récord marcado en el 2009, de casi 100.000 millones de dólares, explicó David Spegel, jefe de estrategia global de mercados emergentes de ING. En cambio, las ventas de deuda corporativa totalizaron 227.000 millones de dólares en el mismo período, superando los 204.000 millones que había sido récord en 2009.

Además, no hay que olvidar que debido a las buenas expectativas de crecimiento en las economías emergentes y las políticas económicas aplicadas en muchos de ellos, les han hecho merecedores en muchos casos de una mejora en la calidad crediticia de su deuda. Con ellos, el 60% de la deuda corporativa de los mercados emergentes ahora cuenta con grado de inversión, comparado con el 40% que existía en el año 2000. Asimismo, los pocos impagos que se han sucedido durante la crisis financiera global han reforzado la confianza de los inversores en este tipo de activos, señala Luis Padilla, portfolio manager de DoubleLine Emerging Markets Fixed Income Fund.

¿Podrían seguir creciendo?

Debido a que la deuda emergente ha registrado unos rendimientos envidiables en los últimos años, algunos inversores temen que el mercado se esté sobrecalentando. Sin embargo, Padilla señala que es importante tomar en cuenta que gran parte de los compradores de esta deuda son locales e inversores institucionales. Los inversores de los mercados emergentes, los fondos de pensiones y las compañías de seguros son ahora grandes jugadores, mientras que inversores más tradicionales se están involucrando cada vez más en este mercado.

Padilla, además, señala que, mientras gran parte de la inversión se ha enfocado en la deuda gubernamental, existen grandes oportunidades en el segmento de la deuda corporativa de mercados emergentes y deuda en moneda local. Una opinión que comparte con Gonzalo Rengifo, director general de Pictet AM: "En los últimos cinco años, hasta el 25% de la rentabilidad en deuda emergente en moneda local proviene de las divisas. Es verdad que la divisa es una fuente de volatilidad, pero también de rentabilidad y, por eso, hay que saber gestionarla activamente a través de un gestor. Ha habido dos grandes crisis de divisas los últimos años, con caídas del 20-25% en octubre de 2008 y 15% en septiembre de 2011, pero la rentabilidad total de esta deuda en esos años sólo cayó un 5%. Ello es atribuible a los elevados cupones, que proporcionan colchón.

"Además de 2006 a 2012 la rentabilidad en estos activos ha sido de un 13% neto, con aportación positiva de la divisa. A ello se añade que la liquidez está aumentando en deuda empresarial de países emergentes, una de las áreas en que se puede empezar a invertir", añade Rengifo.