“La decisión de Draghi ha sorprendido al mercado”

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European Parliament, Flickr, Creative Commons

Sorpresa en Frankfurt. Al Consejo del Banco Central Europeo (BCE) no parece haberle temblado el pulso al decidir rebajar por unanimidad en un cuarto de punto los tipos de interés, hasta el mínimo histórico del 0,25%. El presidente de la autoridad monetaria lo tiene muy claro: “la eurozona podría vivir un prolongado periodo de baja inflación que vendría seguida de una subida gradual que situase la tasa en torno (aunque siempre por debajo) del 2%”, el objetivo fijado por la institución. Esto es lo que le habría dado el margen que necesitaba para aplicar esta medida. Es más: Mario Draghi adelantaba ayer que, en este entorno, “la política monetaria seguirá siendo acomodaticia durante un largo periodo de tiempo”.

Con el objetivo de aumentar la liquidez del sistema financiero, el BCE ha reducido en 25 puntos básicos -del 1% al 0,75%- la facilidad marginal de crédito, los préstamos que concede a un día de plazo a los bancos. Se guarda en la recámara la posibilidad de tomar nuevas medidas para dar una mayor fluidez al crédito. En la rueda de prensa posterior a la reunión del Consejo, Draghi aseguraba que las decisiones adoptadas “van en la línea de ayudar a la financiación de las empresas y también a la economía en general”, si bien para que estas tengan efecto sería necesaria asimismo actuaciones por parte de los gobiernos nacionales.

La visión de DeAWM

Joaquín González-Llamazares, director de renta fija de Deutsche Asset & Wealth Management, no tiene ninguna duda de que el BCE ha bajado los tipos porque se desvía acusadamente del mandato de inflación del 2% a medio plazo. “Habrá que ver las proyecciones de diciembre para ver el horizonte exacto (el punto de inflexión y la magnitud de la caída multianual). Será curioso analizar cómo contrastan estas proyecciones con las recientemente publicadas por la Comisión Europea -media de 1,5% para 2014/15). Por lo pronto, Draghi ha descartado que Europa se esté japonificando”. Respecto al ‘forward guidance’ de tipos bajos, lo ha desplazado a mediados de 2015 por lo que se pospone el fuerte drenaje de liquidez asociado a los vencimientos de LTRO (anteriores en el tiempo).

“No se ha hablado de nuevos programas de flexibilización monetaria, ni del euro. Se ha mencionado la mejora en la fragmentación financiera esperando mejoras adicionales vinculadas a la mejora del crecimiento real, enfatizando a su vez la robustez de la eurozona en términos de fundamentales. “Dado los menores crecimientos nominales a lo estimado en el medio plazo habrá que monitorizar los ratios de PIB sobre deuda de países y los objetivos de déficit, particularmente de los países periféricos. A corto plazo, tipos más bajos durante más tiempo promoverán estrategias de carry trade, curvas más empinadas (diferenciales de la periferia más bajos tras el anuncio)”, explica el experto.

La visión de Amundi

Para James Kwok, director de Gestión de divisas de Amundi, la rebaja de tipos fue una gran sorpresa en términos de ‘timing’. “Tras los datos de inflación, existían grandes posibilidades de que se produjese una reducción de las tasas, pero esto era probable que sucediese en los próximos meses”. Después de esto, el experto considera que el foco se ha desplazado a otro instrumento monetario a disposición del BCE: mantener una tasa negativa a los depósitos bancarios. “Draghi ha dejado la puerta abierta a esa posibilidad”. Para saber si se producirá o no, el experto considera que se necesita conocer la evolución de la inflación. Pero, ¿qué implicaciones podría tener el movimiento realizado por el BCE?

La visión de Fidelity

Según explican desde Fidelity Worldwide Investment, la rebaja sorpresa de los tipos de interés al 0,25% subraya sus perspectivas positivas para los mercados de renta variable global. “El crecimiento global se está recuperando pero ningún banco central piensa ni siquiera en subir los tipos de interés. La Fed es reacia a reducir sus compras de bonos, el BCE acaba de recortar tipos y sigue abierto a futuras acciones (incluso tipos de interés negativos), el Banco de Inglaterra ha prometido mantener los tipos bajos y se espera que el Banco de Japón siga imprimiendo dinero durante el próximo año o incluso más tiempo”, afirman.

Desde la firma consideran que solo una fuerte subida de la inflación cambiaría las cosas, si bien no hay señales de que esto vaya a ocurrir. “Si el exceso de capacidad y la ralentización estructural de China siguen presionando a la baja el precio de las materias primas, entonces la actual expansión económica podría seguir hasta 2014 e incluso más allá”, indican. Sin embargo, son pocos los que se esperaban un movimiento así. Martin Harvey, miembro del equipo de Threadneedle, asegura que esto ha sido "algo inesperado", aunque también "una grata sorpresa”. Para el experto, "no hay una evidente urgencia para adoptar medidas no convencionales en el corto plazo. Un nuevo LTRO parece difícil de justificar en este momento y las compras de activos son todavía una opción demasiado controvertida para ser tenida en cuenta”.

La visión de BlackRock

Una posición diferente es la que mantienen en BlackRock. Scott Thiel, jefe de inversión adjunto del equipo de renta fija fundamental de BlackRock, considera que la importancia de este recorte de los tipos de interés va más allá del estímulo gradual que proporciona a los bancos los préstamos del banco central. “El BCE ha fortalecido su sesgo expansivo y ahora la probabilidad de que lleve a cabo una nueva operación de financiación a largo plazo (LTRO) a principios de 2014 es mayor”, explica. En el caso de Europa, en el equipo de Thiel apuestan activamente por la deuda pública periférica, concretamente de países como Portugal, Eslovenia, Irlanda e Italia.

La visión de Pioneer Investments

Entre los que reconocen la sorpresa que les ha provocado esta decisión también está Tanguy Le Saout, director de renta fija europea de Pioneer Investments, quien considera la decisión de Draghi es inesperada para varias razones. “Tras la estabilidad en los datos económicos en Estados Unidos y el hecho de que algunos indicadores europeos apuntasen a que la eurozona había tocado fondo, se esperaba que la Fed empezase a disminuir en septiembre su ritmo de compras. Su inacción fue una gran sorpresa que complicaba el trabajo del BCE, que veía cómo el euro se apreciaba hasta los 1,38 dólares. Esto dejaba la pelota en el tejado de Draghi, quien o bien tenía que reducir tipos, o bien implementar nuevos programas de liquidez”. En opinión de Le Saout, “el BCE ha elegido el método más eficiente. La bajísima tasa de inflación probablemente ayudó a convencer a algunos de los miembros más reacios del Consejo de Gobierno a tomar esta medida”, afirma.

La visión de Schroders

Azad Zangana, economista europeo de Schroders, también considera que la decisión del BCE ha sorprendido al mercado. Al igual que el gestor de Pioneer Investments, el experto achaca esta decisión a las primeras estimaciones de inflación anual en la eurozona (0,7%), cifra que es mucho menor de lo esperado. “Si bien los indicadores adelantados sugieren que la economía de la eurozona se está recuperando, el BCE está claramente preocupado por la fortaleza mostrada recientemente por el euro, y la forma en la que han bajado los precios de importación y la inflación en la región”, explica Zangana.

Para el experto, el problema de la baja inflación y los mayores tipos de interés de los préstamos a familias y empresas son factores que han golpeado más intensamente a las economías periféricas. ¿Resolverá esta medida la situación? El economista de Schroders duda de que la reducción de las tasas vaya a tener impacto alguno en menores tasas de interés a préstamos en estos países, dado que, independientemente del tipo de interés, las entidades financieras no tienen suficiente capital para prestar. “El recorte de los tipos de interés es una clara señal al mercado de que el BCE quiere un euro más débil”, indica.

La visión de AXA IM

Aunque Chris Iggo, director de Inversiones de renta fija de AXA Investment Managers, asegura que el recorte en el tipo de refinanciación es en gran parte simbólico, considera que la reacción de los mercados ayuda a las perspectivas macro en los que este proporciona una flexibilización de la política monetaria a lo largo de la eurozona (las rentabilidades de los bonos italianos y españoles a cinco años ha caído 15 puntos básicos tras el anuncio de la bajada de tipos). “Por tanto, estas son buenas noticias para los activos de renta fija, dado que el BCE sigue claramente en una actitud acomodaticia y, por tanto, seguirá comprometido con una política de tipos de interés bajos durante mucho tiempo”. 

Por otro lado, el BCE también ha dicho que espera que los tipos se mantengan  en los niveles actuales o más bajos durante un período prolongado de tiempo, basándose en la idea de que esperan que la inflación siga baja durante algún tiempo, lo que significa que los tipos podrían volver a reducirse.  “Esto debería suponer rentabilidades inferiores en las curvas de los bonos de los países centrales y periféricos. También supone buenas noticias para el crédito, pues asegura la existencia de costes de financiación inferiores para los prestatarios en euros en un momento en el que los fundamentales de crédito son claramente favorables”, explica el experto.

La visión de Legg Mason Global AM

Western Asset, la filial de renta fija de Legg Mason Global AM, concluye que la política expansiva seguirá su curso, dado que la mayor parte del mundo no puede soportar unos tipos de interés más altos. Ken Leech, codirector de inversiones de la entidad, destaca que “a largo plazo la historia de los tipos de interés no es sino la historia de la inflación y quienes sostienen que los tipos se hallan en niveles demasiado bajos, en realidad, afirman que la inflación también debería subir más”. Aunque en los últimos tres años lo hemos oído de manera reiterada, el experto sostiene que “ha quedado demostrado que la idea de que los tipos deberían encarecerse no es la clave de una estrategia de éxito. Este contexto de elevado desempleo y enorme capacidad no utilizada sugiere que las políticas monetarias deberían seguir siendo acomodaticias por un periodo de tiempo prolongado”.