La CNMV exige que los fondos con objetivo de rentabilidad adviertan de que no están garantizados

ElviraRodriguez
Imagen cedida

La Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) quiere que los inversores y ahorradores tengan más claro qué contratan cuando cambian su fondo de inversión garantizado por uno con objetivo de rentabilidad y para ello les ha impuesto a estos fondos unas nuevas exigencias. Las entidades que los comercialicen, especialmente cuando se haga el cambio desde un garantizado, deberán avisar a los clientes de que el producto que están contratando no tienen asegurados la rentabilidad ni el capital invertido y que, por tanto, pueden tener que hacer frente a pérdidas en el futuro.

Esta decisión, anunciada hoy en una nota y comunicada también a las entidades a través de la patronal Inverco, es consecuencia de la supervisión temprana que ha realizado el supervisor en los últimos meses sobre el cambio de política de las entidades desde los garantizados hacia los fondos con objetivo de rentabilidad. Este cambio está siendo muy común en las estrategias de las gestoras, dado que la garantía tiene un coste muy elevado y además les está resultando difícil construir carteras con una rentabilidad atractiva dada la situación actual del mercado de deuda. Ante ello, optan por fondos de rentabilidad objetivo, con los que se ahorran el coste de la garantía y pueden ofrecer un plus de rendimiento. De hecho, estos productos son los más lanzados y con más captaciones desde principios de año.

No obstante, desde el organismo presidido por Elvira Rodríguez (en la foto) han detectado que los clientes pueden entender que estos fondos cuentan con la misma seguridad que los garantizados anteriores y quieren poner fin a esa creencia. De hecho, en su comunicado asegura que ha aumentado el riesgo de “el partícipe no sea plenamente consciente de que la nueva política de inversión no cuenta con la garantía de un tercero ajeno al fondo, como tenía anteriormente, y que, por tanto, desde ese momento, puede asumir pérdidas”.

Por todo ello, considera una buena práctica que las entidades eviten, en la medida de lo posible, esas transformaciones y, en su caso, extremen las medidas para reducir los riesgos para los inversores, incrementando la información recibida.

Entre las medidas preventivas que la CNMV ha puesto en marcha les impone que en el escrito que deben remitir a los partícipes de los fondos garantizados cuando éstos se transformen en otros no garantizados deberán hacer hincapié (en letras mayúsculas) en que el fondo “DEJA DE ESTAR GARANTIZADO”, debiendo remitir a la CNMV el borrador de dicha carta.

Adicionalmente, al final de la carta, se incluirá con letras mayúsculas: “SI USTED DECIDE NO REEMBOLSAR, MANTENIENDO SU INVERSIÓN, ESTÁ ACEPTANDO CONTINUAR COMO PARTÍCIPE DEL FONDO CON LAS MODIFICACIONES ANTERIORMENTE DESCRITAS”.

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Además, el supervisor ha impuesto que todos aquellos fondos preexistentes que modifiquen su política de inversión con un objetivo concreto de rentabilidad (garantizado o no) deberán enviar junto a la carta a los partícipes el Documento de Datos Fundamentales para el Inversor (DFI) inscrito en la CNMV. Esto implica que, en lo sucesivo, la inscripción del folleto y el DFI deberá ser previa a dicha carta con el fin de que el inversor preexistente disponga de una información más completa.

También los folletos y el DFI de los fondos con objetivo de rentabilidad no garantizada deberán incluir, en el apartado “Advertencias de la CNMV” el texto (en mayúsculas): “ESTE FONDO NO TIENE GARANTÍA DE UN TERCERO POR LO QUE NI EL CAPITAL NI LA RENTABILIDAD ESTÁN GARANTIZADOS”. Y, por último, cuando se indique la TAE en los tres documentos se deberá incluir la advertencia de que NO ESTÁ GARANTIZADA, igualmente en letras mayúsculas.