La cartera del mejor fondo de Nordea del año

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Nordea 1 - US Corporate Bond Fund es el mejor producto dentro de la cartera de la entidad en el último año. Ha obtenido una revalorización del 27,03% en euros y sus gestores están convencidos de que tendrá un comportamiento positivo en los próximos meses gracias a que el entorno económico de Estados Unidos empieza a recuperarse. 

El fondo, especializado en la inversión en renta fija corporativa de Estados Unidos y cuya gestión Nordea adjudicó a la boutique MacKay Shields LLC, tiene la mayor parte de su inversión en deuda de empresas con calificación BBB (el 55,24%) y A (28,20%), aunque su folleto también le permite alcanzar hasta un 10% en bonos con nota BB. Al cierre de julio destinaba a estos títulos el 6,23% de su patrimonio, que asciende a 2.933 millones de dólares. El nivel de liquidez se encuentra en el 6,98%.

Los bonos preferidos por el equipo de gestión, formado por 25 personas, son los de empresas de bienes de consumo no cíclicos (17,23%), banca (14,81%), bienes de consumo cíclicos (10,43%), gas natural (7,67%) y eléctricas (7,22%). Completan el listado de sectores en los que tiene presencia seguros, comunicaciones, energía, Reits y compañías financieras.

Las mayores posiciones, en lo que a empresas concretas se refiere corresponden a bonos de Bank of America (1,08%), Altria (1,04%), Marriot (0,99%), otra serie de Bank of America (0,86%) y Gilead (0,85%). En total, el fondo cuenta actualmente con 329 posiciones, con una madurez media del 10,5.  

Desde su creación en enero de 2010, ha obtenido una rentabilidad del 24,20% en dólares, prácticamente la misma que su índice de referencia, el Barclays Capital US Credit, que ha ascendido el 24,65%. En lo que va de año, se ha revalorizado un 7,53% en dólares (frente al 7,38% del índice) y en un año ha ganado un 9,43%, algo menos que el 9,87% de su referencia.

Los gestores explican que su objetivo es la búsqueda constante de títulos infravalorados de renta fija basados "en la ineficiencia del mercado y en las interesantes oportunidades de inversión que ofrece". Su pretensión "es conseguir rentabilidad ajustada al riesgo, eliminando así el riesgo no compensado". Para ello, su proceso de inversión combina un enfoque top-down (macroeconómico) con bottom-up (microeconómico). 

A la hora de vender, el equipo, que gestiona también el US Credit Composite, aplica una estricta disciplina, que opta por desprenderse de los títulos por razones de deterioro crediticio, nuevo posicionamiento debido a un cambio en la perspectiva macroeconómica, excesiva volatilidad de los precios a la baja o reconomiento de una mejor oportunidad en términos de valoración relativa. 

En su último informe, los gestores aseguran que "la salud de los emisores de deuda se ha reforzado y las ganancias están ahora al nivel en el que esperaríamos que los tipos de interés empezaran a bajar".