“La bolsa puede vivir fases de pánico a medida que los beneficios se revisen a la baja”

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Scorpions and Centaurs, Flickr, Creative Commons

La debilidad del crecimiento y el descenso de la inflación colocan al Reloj de la Inversión (Investment Clock) de Fidelity Worldwide Investment en reflación. Al analizar en detalle las últimas décadas, el director de Asignación de Activos de la gestora, Trevor Greetham, asegura que “la deuda pública suele comportarse bien en esta fase del ciclo económico a medida que los bancos centrales van recortando los tipos de interés o, como últimamente, realizan compras directas de bonos dentro de sus programas de relajación cuantitativa”. Para las acciones, sin embargo, la evolución histórica es dispar.

Según explica Greetham en un informe en el que recoge su visión sobre las diferentes clases de activos, la relajación de la política monetaria puede provocar una expansión de los múltiplos de valoración, como hemos visto recientemente. No obstante, un entorno de crecimiento débil hace que el optimismo pueda dar paso a fases de pánico a medida que las previsiones de beneficios se siguen revisando a la baja.Esta es exactamente la coyuntura que observamos actualmente”, afirma. Desde la firma reconocen haber reducido su infraponderación en activos de riesgo para reflejar el riesgo bidireccional que trae al mercado la relajación monetaria.

El director de asignación de activos considera que “las condiciones para una nueva recuperación podrían tardar aún meses en instaurarse y probablemente surjan oportunidades de compra por el camino si los datos económicos decepcionan”. La hoja de ruta del crecimiento ha sido históricamente un buen indicador adelantado a seis meses del ciclo económico. “Aunque marcó máximos en mayo, en agosto se volvió negativa por primera vez desde el cuarto trimestre de 2011 tras el cambio de signo de los indicadores adelantados de la OCDE, los descensos de la confianza empresarial y las revisiones a la baja del PIB por parte de los economistas”.

En términos generales, en Fidelity sobreponderan bonos y mercado inmobiliario, al tiempo que siguen infraponderando acciones y materias primas, si bien en estos dos últimos casos Greetham reconoce haber reducido últimamente dicha infraponderación. “Consideramos que las materias primas ofrecen un potencial alcista similar a las acciones si la relajación cuantitativa cobra impulso, aunque en el actual contexto, la mejora de las condiciones crediticias en Estados Unidos nos lleva a mantener nuestra preferencia por los inmuebles internacionales como clase de activo”, indican.