"La bolsa europea ganará entre un 30% y un 40% en los próximos años"

En 2007, el equipo de pequeñas compañías europeas de Threadneedle decidió que era el momento de reducir el riesgo en sus carteras y de asumir un enfoque defensivo. Este movimiento contribuyó a sus buenos resultados tanto en ese año como en 2008. En 2009, mantuvieron el sesgo conservador, lo que les perjudicó en términos relativos durante el rebote del mercado. Ahora, los gestores consideran que ha llegado el momento de apostar claramente por la renta variable europea.

“Esperamos una revalorización de entre un 30% y un 40% para la renta variable en los próximos años. Habrá volatilidad y mucho ruido, pero es una gran oportunidad. Es importante mantener la distancia frente a los titulares de prensa. A pesar de la intervención de países como Grecia e Irlanda, el mercado europeo lo ha hecho bien”, comenta Philip Dicken, gestor de pequeñas compañías europeas de Threadneedle.

Dicken considera que las valoraciones son atractivas y que las oportunidades de crecimiento resultan claras. “La renta variable está barata, con un PER 11 y una rentabilidad por dividendo del 3,5%. Esperamos un crecimiento de entre un 15% y un 20% en los beneficios para este año, una cifra que puede ser aún más alta para las pequeñas empresas”, asegura.

El equipo de pequeñas compañías de Threadneedle, compuesto por seis gestores/analistas, tiene uno de los mejores historiales de rentabilidad de la categoría y maneja tres productos, con unos 1.700 millones de euros de patrimonio.

En cinco años, el Threadneedle European Smaller Companies Fund consigue una rentabilidad del 65,35% en libras esterlinas y, en el mismo periodo, el Threadneedle Pan European Smaller Companies Fund obtiene un 60,57%. Ambos fondos superan claramente a sus índices de referencia a uno, tres y cinco años.

Los gestores buscan compañías con exposición a temas que puedan generar crecimiento en el largo plazo, como el auge emergente, el envejecimiento de la población, las materias primas o la consolidación en ciertos sectores.

Para su análisis utilizan las cinco fuerzas de la competitividad descritas por Michael Porter. Es importante que las empresas seleccionadas cuenten con modelos de negocio sólidos y sostenibles y que puedan ser adquiridas a un precio justo. “Nos gustan las empresas poco endeudadas”, afirma Dicken.

El 70% del proceso está enfocado a la selección de valores y un 30% se dedica al análisis macro. Tienen más de 300 reuniones al año con compañías. Se definen como inversores GARP (que buscan crecimiento a un precio razonable). “No compramos empresas porque estén baratas”, comenta el gestor.

Por sectores, su mayor sobreponderación está en empresas industriales y la mayor infraponderación está en financieras (incluyendo inmobiliarias) y en petroleras. “En el sector industrial, al aplicar la metodología Porter, somos capaces de encontrar muchas empresas de calidad que tienen una ventaja competitiva”, dice Dicken.

En el sector de consumo, su segunda mayor apuesta, invierten sobre todo en empresas de lujo y que tienen alta exposición a mercados emergentes. “Puedes apostar por el crecimiento emergente a través de compañías europeas, que ofrecen buena liquidez, buena visibilidad y buen gobierno corporativo”, señala Dicken, que tiene 14 años de experiencia en el sector y que se incorporó a Threadneedle en 2004. Es ingeniero mecánico y miembro de CFA y de la Sociedad de Profesionales de la Inversión de Reino Unido.

Los movimientos corporativos les pueden beneficiar, pero no se orientan a identificar compañías susceptibles de ser adquiridas. No invierten en valores con menos de 200 millones de euros de capitalización bursátil. Normalmente tienen como mínimo 80 valores en cartera y la rotación suele ser baja, de entre un 30% y un 40% por año.

“Vendemos porque el valor alcance nuestro precio objetivo o porque encontremos otra idea mejor”, explica el gestor.