El sector de fondos de inversión sigue lastrado por el atractivo de los depósitos y los esfuerzos de las entidades financieras por atraer pasivo para mejorar sus balances. Según informa Europa Press, la banca española captó en junio 38.832 millones de euros, la cifra más alta en un año –desde julio de 2010-, mientras en dicho mes las salidas de capital de los fondos de inversiones se acercaron a los 2.000 millones de euros según los datos de Ahorro Corporación.
Y todo, a pesar de la nueva norma que entró en vigor a principios de junio que controla la remuneración de estos productos. Ni siquiera los fondos de inversión de perfil garantizado, los de mayor éxito en la industria española y que en ocasiones ofrecen remuneraciones similares, pueden competir con estas cifras. De hecho, de enero a julio su patrimonio ha sumado 4.000 millones de euros en lo que va de año, gracias a las suscripciones por valor de 3.930 millones de los inversores, apenas una décima parte del dinero captado por depósitos durante sólo el mes de junio.
En dicho mes, los depósitos superaron en 1.500 millones la cifra captada en mayo, si bien se situaron lejos de las cifras de junio y julio de 2010, cuando se superaron los 43.000 millones. Y es que las entidades han mantenido activas sus políticas de captación de pasivo en un momento de inestabilidad de los mercados en el que la prima de riesgo ha encarecido las emisiones y la financiación.
El saldo vivo total de depósitos, por su parte, se situó en junio en 429.816 millones de euros, un 7,5% más que hace un año y más del triple de los aproximadamente 140.000 millones de euros de patrimonio total de los fondos de inversión.
Líderes en Europa
Las entidades españolas no sólo son competitivas en el mercado doméstico, también en el plano internacional, ya que España se coloca en segundo lugar dentro de la zona euro por volumen de depósitos: hasta junio, la banca española contaba con 1,13 billones de euros en productos a plazo, por detrás de Alemania, que contaba con 1,17 billones de euros. España copa la cuarta parte del volumen total de depósitos de la zona euro, que hasta junio alcanzaba los 4,31 billones de euros.