La amnistía fiscal aprobada por el Gobierno podría beneficiar al sector de los fondos de inversión

Determinar el volumen será complicado, pero el sector de la gestión colectiva podría ser uno de los grandes beneficiados de la amnistía fiscal aprobada el viernes por el Consejo de Ministros. En 2010, Italia tomó la misma decisión para fomentar la repatriación de capitales y afloraron 100.000 millones de euros, de los que la mitad volvió realmente al país, ya que la amnisitía permitía llevar el dinero a Italia o declararlo y mantenerlo donde estaba. Entonces hubo una relación entre la entrada de ese dinero y el repunte en las captaciones de fondos. “Está claramente relacionado. Ha habido un efecto directo, pero es muy difícil de cuantificar”, explicaba entonces en fundspeople.com Massimo Greco, consejero delegado de J.P. Morgan AM en Italia. Eso sí, la mayor parte del capital se destinó al sector inmobiliario.

 

El objetivo del Gobierno es lograr la afloración de 25.000 millones de euros que tributarían a un un tipo impositivo del 10% para personas físicas. Así, el Gobierno confía en recaudar 2.500 millones de euros. La amnistía fiscal acordada por el Consejo de Ministros finalizará el 30 de noviembre. Quedan fuera de la posibilidad de acogerse a la amnistía fiscal parcial aquellos contribuyentes a los que ya se hubiera notificado por parte de Hacienda el inicio de procedimientos de comprobación o investigación para determinar las deudas tributarias correspondientes.

 

Pero, lo más difícil es prever el destino que tomará ese nuevo dinero. Los fondos de inversión podrían ser uno de los productos adecuados para canalizar ese dinero por sus características de liquidez, transparencia, diversificación y gestión especializada. De producirse, esa llegada de nuevos activos vendría en un momento en el que el sector afronta su cuarto año consecutivo de pérdidas patrimoniales, con un goteo constante de reembolsos que parece no tiene un final cierto. Además, la reorganización del sector financiero hace que en muchas unidades se estén posponiendo las decisiones de inversión a la espera de un mapa claro de cómo quedarán las entidades.

 

En cuanto al Impuesto de Sociedades, se reduce temporalmente el límite máximo de la aplicación de las deducciones del 35% al 25%. Con las modificaciones de este impuesto el Gobierno espera ingresar 5.300 millones de euros.