“La actuación de Japón no debe ser vista como munición en una guerra de divisas”

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Alatryste, Flickr, Creative Commons

Algunos políticos y analistas acusan a Japón de haber provocado un guerra de divisas por debilitar deliberadamente su moneda en detrimento de otras naciones. Por el contrario, en Generali Investments Europe consideran que la debilidad del yen es, ante todo, la consecuencia del integral intento del país de tratar de reactivar su economía a través de unas mayores expectativas de inflación y unas tasas de interés negativas. “El camino adicional que recorra el yen debería estar vinculado no sólo a las nuevas rondas de flexibilización monetaria por parte del Banco de Japón, sino que al objetivo más ambicioso de poner fin a la deflación”.

Según explica la gestora transalpina en un informe titulado The striking reflation optimism underlying the weak yen, los mercados de divisas y de swaps ya reflejan un grado notable de optimismo en la reflación. “Mientras que a corto plazo las sorpresas positivas que podría aportar la autoridad monetaria nipona todavía servirían para sostener este optimismo, el espacio para la decepción parece más relevante en el medio plazo”. Y es que, las esperanzas de reactivación parecen estar ya fuertemente descontadas por el yen, que ha caído a un nivel que podría resultar difícil de respaldar con datos reales a medio plazo.

Más visibilidad sobre las perspectivas para el yen a corto plazo lo que se acuerde en la reunión que mantengan los miembros del Banco de Japón los próximos días 3 y 4 de abril. “Hasta entonces, mantenemos una posición de neutralidad sobre el cambio yen-dólar”, afirman. “Lo que hay que reconocer, sin embargo, es que los esfuerzos de reflación en Japón no deben ser vistos como munición en una guerra de divisas, sino como un importante intento del país para tratar de arrancar una economía atrapada en un trampa de liquidez”, explican desde la entidad.