Klaus Kaldemorgen: “Cuidado con la fe ciega en la narrativa”

Klaus Kaldemorgen (DWS)
Funds People

El hecho de que mucha gente ya está pensando más allá de las libretas de ahorro fue demostrado recientemente por las cifras del Banco Central Europeo. Según sus cálculos, en el segundo trimestre de 2020 se invirtieron alrededor de 74.500 millones de euros en acciones y participaciones de fondos de inversión, tras las salidas registradas el primer trimestre. Pero ¿sigue siendo lucrativo entrar en los mercados bursátiles (ya que muchos índices vuelven a cotizar cerca de los niveles anteriores a la crisis) aunque las consecuencias de la pandemia de coronavirus siguen sin estar claras?

Según Klaus Kaldemorgen, "la valoración de una inversión debe considerarse siempre en relación con otras inversiones. Por ejemplo, un bono del gobierno de los Estados Unidos con un plazo de 10 años está valorado actualmente en 151 en términos precio-rendimiento, mientras que la relación precio-rendimiento, el correspondiente punto de referencia del mercado de valores, es sólo de 27 en promedio en todo el mundo. Si observamos las acciones en relación con los bonos, todavía hay mucho margen de mejora", asegura.

Sin embargo, el gestor del DWS Concept Kaldemorgen, fondo con Sello FundsPeople 2020, con la triple calificación (Favorito de los Analistas, Blockbuster y Consistente), advierte de peligro de mantener una fe ciega en la narrativa. "En los mercados de valores, las narrativas, es decir, las historias que influyen en la percepción, están determinando cada vez más la dirección de los precios. La ventaja de una narrativa es que, de una multitud de factores influyentes, se centra en los que se consideran particularmente pertinentes para el rendimiento de una acción. Esto hace que la decisión de inversión sea mucho menos complicada", subraya.

No obstante, la desventaja de una narrativa es que después de un tiempo se convierte en un credo que ya no se cuestiona, puesto que la evolución de los precios es prueba suficiente de su coherencia. "La narrativa positiva en el contexto de la pandemia de coronavirus consiste actualmente en atribuir un alto potencial de crecimiento a todo lo que es digital y ofrece formas de distanciarse de otras personas. La actual narrativa negativa es que las empresas petroleras son las mayores contaminadoras del planeta, y nadie quiere ensuciarse los dedos", dice el gestor.

Con este telón de fondo, no es sorprendente que nueve de las 10 empresas más grandes del mundo se encuentren ahora en la era digital, mientras que las compañías petroleras están cotizando muy por debajo de su valor de liquidación, según los analistas.

"Pero asumamos que la crisis del coronavirus terminará rápidamente con una vacuna. Un crecimiento económico más fuerte con tasas de inflación crecientes y tasas de interés más altas sería entonces un escenario realista. Por otra parte, el crecimiento de los productos y servicios digitales acelerado por la pandemia resultaría insostenible, y el precio del petróleo tal vez sería demasiado bajo. El retorno a la vieja normalidad en lugar de la continuación de la nueva normalidad sería entonces una narración que podría ser popular", explica.

Alegato a favor de los fondos multiactivos

A su juicio, el impacto de esa sobre o infravaloración es mucho menos pronunciado cuando las inversiones se reparten entre varias clases de activos, como acciones, bonos, divisas y oro.

“Sin embargo, dado que pocas personas tienen el capital para adquirir posiciones suficientemente grandes en todas estas clases de activos, los fondos multiactivos son una buena opción. Estos productos se benefician de las tendencias de precios, a menudo opuestas, de cada una de las clases de activos. Por ejemplo, si los mercados bursátiles se derrumban, los mercados de los bonos del Estado de mayor calificación, como los de EE.UU. o Alemania, suelen subir. Debido a esta llamada correlación negativa, los fondos multiactivos suelen ser menos volátiles que las carteras que invierten en una sola clase de activos”.

En su opinión, si el gestor de la cartera puede ajustar rápidamente la ponderación de las clases de activos individuales en respuesta a las condiciones cambiantes del mercado, los fondos multiactivos estarán bien situados para capear incluso momentos extremadamente complicados como la caída del coronavirus de este año. “Gracias a esta flexibilidad, pueden aumentar la exposición a las clases de activos con precios crecientes, mientras que evitan en gran medida las clases de activos con precios decrecientes”.

También existe otro enfoque que puede utilizarse para estabilizar el rendimiento de los fondos multiactivos. “Si, por ejemplo, se gastan 50 euros cada mes para comprar participaciones en un fondo de multiactivos, el número de participaciones variará cada mes de acuerdo con el valor de la participación. Si el precio actual baja, 50 euros podrían comprar más participaciones, lo que también reduciría el precio medio de compra. Por cierto, este enfoque se denomina plan de ahorro, razón por la cual el Día Mundial del Ahorro debería denominarse Día Mundial del Plan de Ahorro”, concluye el gestor de DWS.