JPM US Technology Fund: ejecución y experiencia, sus puntos fuertes

Timothy Parton y Joseph Wilson (JPMorgan AM)
Fotos cedidas

La gestión de la cartera del JPM US Technology Fund, producto con Sello FundsPeople 2020, con la calificación Blockbuster, aplica un enfoque bottom-up. Su filosofía se basa en la idea de que una cartera de empresas tecnológicas con fundamentales sólidos que no son plenamente apreciadas por el mercado debería generar una rentabilidad superior. Gestionado por Joseph Wilson y Timothy Parton, el fondo trata de invertir en empresas orientadas a las megatendencias en tecnología, con independencia del sector al que pertenezcan o de su capitalización.

"Hemos diseñado nuestro proceso de inversión para maximizar el potencial valor añadido de nuestros experimentados profesionales de la inversión y de nuestro análisis propio. El proceso de inversión se ha definido de forma que proporcione al equipo suficiente flexibilidad para actuar sobre la base de dicha experiencia, manteniendo al mismo tiempo una adecuada diversificación y gestión del riesgo por lo que respecta a la construcción de la cartera. Por otra parte, consideramos que la ejecución coherente y disciplinada de nuestro fondo, así como la experiencia y longevidad del equipo de inversión constituyen nuestras principales ventajas competitivas”, indican.

En los sectores de la tecnología, tratan de identificar y explotar oportunidades de crecimiento a largo plazo subestimadas que surgen de cambios estructurales en la industria, consistentes en industrias emergentes y cambios disruptivos en las cadenas de suministro de las industrias. Por otra parte, tratan de identificar y explotar cambios en empresas concretas, lo que les lleva a invertir en acciones tecnológicas de alta calidad con franquicias duraderas y sostenibles, y que han aumentado su cuota de mercado.

“Consideramos que el riesgo de un valor concreto se puede mitigar centrándose en empresas con una capacidad de beneficios sólida y sostenible. El fondo emplea un enfoque disciplinado que combina la selección cuantitativa con un análisis fundamental exhaustivo y sienta la base para una rentabilidad superior a largo plazo. El enfoque analítico que aplicamos a los factores cualitativos, tanto en el plano comercial como organizativo, marca una diferencia y añade valor a largo plazo”, señalan.

Su análisis fundamental se concentra en los factores cuantitativos de la actividad/el producto y la gestión, así como en los factores cualitativos financieros de una empresa. “A pesar de que siempre habrá industrias y empresas no favorecidas, nuestro análisis implica separar aquellas con sólidas perspectivas a largo plazo de las que presentan unos fundamentales comerciales en deterioro o con una profunda sensibilidad al ciclo económico”.

Su proceso de análisis se basa en la premisa de que la identificación de empresas líderes y de los mercados finales más sólidos en una fase de desarrollo temprana nos permitirá generar una excelente rentabilidad de la inversión. “Adquirimos nuestra percepción a través de un profundo conocimiento de las opiniones del equipo directivo por lo que respecta al potencial último del producto y servicio, y contrastando esta información con nuestro propio análisis independiente sobre el sector y la empresa en cuestión”.

A pesar de que la preocupación por el entorno macroeconómico continúa generando volatilidad a corto plazo, el equipo ha aprovechado estos acontecimientos como oportunidades para aumentar selectivamente posiciones existentes y potenciales cuando se han producido perturbaciones en el mercado o para recortar la exposición cuando el perfil de riesgo/remuneración ha perdido atractivo.

“En el contexto de la reciente desaceleración relacionada con la COVID-19, existen ideas de alta convicción con características de riesgo/remuneración atractivas en el conjunto del sector tecnológico. Esto incluye subsectores como el software, una industria en la que ha estrategia ha reducido las posiciones en los últimos 18 meses, además de los semiconductores e internet. El trabajo fundamental apunta a unas sólidas tendencias de la demanda en todas las posiciones de la estrategia y un constante crecimiento secular para el que la cartera está posicionado”, revelan.

En su opinión, el COVID-19 ha mostrado al mundo que la tecnología es la base habilitante de las empresas de cualquier tamaño. “A pesar de que la mayoría de las compañías se han dado cuenta de que la tecnología es el catalizador del crecimiento en cualquier contexto disruptivo y el catalizador del cambio en cualquier industria madura, probablemente la reciente pandemia será la fuerza motivadora para acelerar las disrupciones y transiciones. Esto es especialmente cierto en el caso del software de nube y las infraestructuras, que han sido la piedra angular para operar con una plantilla distribuida”, aseguran.

Los gestores creen que el fondo está bien posicionado, con una cartera llena de títulos de crecimiento atractivos, y confían mucho en la capacidad de las posiciones para registrar un fuerte crecimiento (magnitud por encima de las expectativas) porque dominan y definen un nuevo mercado, o para registrar un crecimiento realmente sostenible (duración por encima de las expectativas) porque dominan con una clara ventaja competitiva.