Jonathon Orr (Goldman Sachs AM): “El entorno actual presenta muchas oportunidades para los gestores macro”

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Goldman Sachs AM

El GS Global Strategic Macro Bond (calificado como Blockbuster Funds People) es un fondo macro puro que destaca por la prolija construcción de su cartera, que descansa sobre tres pilares: técnicas de inversión en alternativos (principalmente retorno absoluto), un enfoque macro y gestión del riesgo. “Muchos hedge funds han tenido históricamente problemas para adaptar sus estrategias al formato UCITS. Goldman Sachs AM tiene un track record de 16 años de inversión en alternativos y además dispone de una amplia experiencia de inversión con formato UCITS, lo que supone una ventaja competitiva”, afirma su gestor principal, Jonathon Orr.

El GS Global Strategic Macro Bond también destaca por su decisión de no invertir directamente ni en crédito, ni en renta variable, ni en materias primas. “Sólo invertimos en temas puramente macro. Utilizamos coberturas para reducir la beta y disminuir la correlación entre los distintos activos”, aclara Orr. Aquí entra en juego la gestión del riesgo, que es propiamente la parte central o core de la cartera. “Nuestro objetivo es minimizar los riesgos de cola. Cada estrategia se gestiona de forma aislada y en el conjunto de la cartera. Además, efectuamos análisis de cómo podría comportarse la cartera en eventos históricos como la crisis de 2008 y analizamos cómo se comportan los distintos factores de riesgo”, detalla el gestor.

El fondo tiene como objetivo generar una rentabilidad del libor a tres meses más entre 400 y 700 puntos básicos, con un objetivo de riesgo (volatilidad) de entre 500 y 800 puntos básicos. Para cumplirlos, el punto fuerte de la construcción de la cartera – siempre dentro del pilar de la gestión del riesgo- es su desglose en siete estrategias macro de generación de alfa, cada una con su propio presupuesto de riesgo, que varía a lo largo del tiempo. Se busca que todas las ideas presenten una correlación cercana a cero con el resto de la cartera.

Estas estrategias son: duración – ahora el fondo presenta un sesgo corto-, país, cross macro -actualmente tiene un sesgo value-, deuda gubernamental y swaps – principalmente arbitraje de la curva-, divisas, hipotecas líquidas respaldadas por agencias estatales y deuda emergente (“sólo deuda en divisa local, nada de crédito”, matiza el gestor). Actualmente, los mayores contribuidores al riesgo son la estrategia de divisas (25%), por países (21%) y en deuda emergente (19%). Orr aclara que la asignación “combina visiones estratégicas de largo plazo, que varían como mucho una o dos veces al año, con otras visiones tácticas de corto plazo, ya que el equipo encargado de cada una de estas estrategias tiene flexibilidad para cambiar su propia asignación”.

El fin último de este laborioso proceso de construcción es el diseño de una cartera que es capaz de amortiguar las caídas del mercado (consigue unas pérdidas muy inferiores a las de la renta variable, la deuda emergente y el high yield global) y, dato importante, que se recupera de esas caídas con mayor rapidez que otras clases de activos. “Tenemos capacidad para reaccionar en periodos de repunte de la volatilidad; gracias a nuestro uso de derivados tenemos muchísima liquidez en cartera”, puntualiza el gestor. Desde Goldman Sachs AM prefieren resumir la estrategia al completo en la idea de que el fondo es capaz de generar un retorno absoluto estable y positivo.

Principales tema macro

Actualmente, la cartera está posicionada para explotar cuatro grandes temas macro que están dominando el mercado. Jonathon Orr afirma que “el entorno actual presenta un set muy sólido de oportunidades para los gestores macro”.

El primer gran tema es el aumento de la volatilidad de la renta fija. El gestor explica que “sigue encontrándose muy por debajo de su media histórica, por lo que presenta mucho margen de subida”. El equipo gestor ve una oportunidad de oro para generar rentabilidad a través de pares de valor relativo en este contexto. Algunas de las estrategias implementadas son: largos en dólares y cortos en divisas asiáticas (yuan, won y baht) o cortos en euros frente a coronas suecas, coronas checas y zlotys. Orr añade que actualmente les gusta Brasil y Argentina porque “sus divisas presentan un carry muy alto”. También les gusta México, pero en este caso porque “aunque presenta riesgos más elevados, éstos han sido ya muy descontados por el mercado”.

El segundo tema macro es el aumento de la divergencia entre políticas monetarias, lo que va a generar oportunidades cross macro entre distintos mercados de deuda soberana. Concretamente, aclara Orr, “vemos una profundización de la diferencia entre la normalización monetaria en EE.UU. frente a las políticas acomodaticias de otras economías desarrolladas”. En respuesta, algunas de las ideas en las que ha invertido el equipo son las posiciones cortas en EE.UU. y largas en Australia, Canadá, Nueva Zelanda y la eurozona. En cambio, han optado por ponerse largos en EE.UU. y cortos en Reino Unido, en este caso porque “la parte larga de la curva de tipos británica ha batido significativamente al mercado, por lo que existe una alta probabilidad de corrección”.

En tercer lugar, figura la temática del incremento de la estructura de los vencimientos, al aumentar las emisiones de largo plazo. El equipo ve oportunidades de arbitraje y, por tanto, de asignación a la estrategia de deuda gubernamental y swaps. La idea más importante de este compartimento es el posicionamiento a favor de una inclinación de la curva de tipos estadounidense, con la previsión de que la parte larga se revalorice por el aumento de la inflación, el riesgo político y la incertidumbre en torno a la normalización de la Fed.

El último gran tema macro tiene que ver con el incremento de las expectativas de inflación. “Están subiendo, pero el mercado no las está poniendo en precio”, afirma el gestor. Éste indica que el fondo tiene una pequeña exposición a esta temática en Japón, “donde hay poco margen para que la inflación caiga más, es una pequeña asignación para mejorar la diversificación”, concluye Orr.