Para Jim O'Neill, presidente de Goldman Sachs AM, interpreta que bajo la revuelta de los países árabes se encuentra el hecho de la reclamación de una mejor calidad de vida, lo que supone un nuevo paso en la madurez de estas economías. En su opinión, si logran vencer y hacer realidad esas oportunidades, serán positivo para todos estos países.
En una entrevista recogida en The Wall Street Journal, reconoce que "dejaré que otros hagan predicciones sobre qué ocurrirá con el precio del petróleo, pero como en muchos otros periodos de turbulencia en Oriente Medio, el petróleo puede subir, pero también bajar. Está claro que la estabilidad de Arabia Saudí y su voluntad de actuar como estabilizador de la oferta probablemente será la clave", explica o'Neill. "A pesar de todas las cosas horribles que están sucediendo, esta revolución me parece que es esencialmente más positiva".
En Egipto, "como economía N11 que es, tiene el potencial de crecer dramáticamente en las próximas décadas si a sus 80 millones de habitantes se les permite y se les alienta a disfrutar de las mismas oportunidades que muchos del resto de nosotros tenemos", señala.
