Jim O’Neill: los problemas de la zona euro son más de liderazgo y gobernabilidad que de deuda

Kamil Molendys, Unsplash

Para Jim O’Neill, presidente de GSAM, si 2010 fue un año “excitante” debido a los riesgos, 2011 lo será aún más. Entre aquellos más amenazadores destaca la posibilidad de que continúen los problemas en la zona euro. Así, en su bola de cristal para el próximo año, considera que veremos múltiples dilemas en estos países y en la estructura de la unión monetaria. “No creo que esto sea realmente una crisis de deuda, sino de liderazgo y gobernabilidad, pues la media de deuda y déficit del área euro es mucho mejor que la de EEUU, Reino Unido y Japón”, comenta.

Así, la posición de Portugal es comparable con la de EEUU, pero en este último caso, los inversores “tienen fe en la estructura del gobierno y su liderazgo, algo más fácil porque es una única nación”. O’Neill considera que el problema luso es similar al de Irlanda, Grecia y posiblemente España, Italia y en algunas circunstancias incluso Francia. “¿Les apoyarán los políticos: la respuesta es que simplemente no lo sabemos”, comenta. O’Neill cree que a veces cree que la respuesta es positiva, si bien será complicado.

Con respecto a EEUU, se pregunta si 2011 será “su año”. “Estamos viendo evidencias de mejora en la recuperación económica, incrementos en la rentabilidad de los bonos y previsiones del PIB al alza para el próximo año”, comenta. Un crecimiento basado en las exportaciones e inversiones, más que en el consumo, y que podría bastar para reducir el desempleo y dar señales de que las consecuencias sociales de la crisis crediticia podrían empezar a ver su fin, con la consiguiente vuelta a la normalidad, aunque no a una normalidad caracterísica del periodo anterior a la crisis. “La bolsa seguirá creciendo, probablemente otro 20%, así como la rentabilidad de los bonos del Tesoro, aunque no estoy seguiro de que se vuelva al 5% y, en cuanto a las divisas, el dólar podría subir un poco, si bien los políticos se resistirán a esa tendencia”, comenta.

Nueva distinción en el mundo en desarrollo

Finalmente, cree que el resto del mundo podría ver un crecimiento cercano al 5%. “2011 será un año en el que economistas e inversores aprenderán a distinguir entre economías de crecimiento modernas y aquellas que están aún emergiendo”, comenta, indicando que GSAM marcará algunas economías BRIC y otras importantes como Indonesia, Corea, México o Turquía conel primer término. “Tendrán sus propias dinámicas de crecimiento y seguirán contribuyendo de forma clave al ciclo económico global por derecho propio”, comenta. Para O’Neill, otras N11 tienen la oportunidad de unirse a ese club en el futuro, con Nigeria, Filipinas y quizá incluso Irán, como ejemplos. Las otras economías, aunque con potencial de crecimiento y numerosos atractivos, seguirán siendo llamadas emergentes, pues aún son pequeñas y altamente dependientes del ciclo económico y las políticas del G7 y el mundo desarrollado.

En su balance de 2010, considera que Alemania ha sido la mayor sorpresa, gracias la continuidad de su maquinaria exportadora, la fortaleza del empleo y el incremento de los signos de una gran expansión económica que incluye una robusta demanda interna; mientras no se declara sorprendido ante el buen estado de salud de la economía estadounidense al finalizar el año. Con respecto al resto del mundo, los países BRIC y otras de las economías a las que ahora llama “de crecimiento” en lugar de emergentes, cree que se han comportado de forma general en línea con lo esperado, con la sorpresa positiva de algunos países como Indonesia o Turquía.

Con respecto a los mercados, sus tres dinámicas recurrentes del año 2010 han sido la persistencia de las medidas de relajación monetaria y sus “desconocidas consecuencias”, la amenaza de controles de capital y la crisis de deuda periférica en Europa, que están desembocando en una “crisis de estructura y gobernabilidad” en su opinión.