Jaime Stuttard, responsable de renta fija para Europa y Reino Unido de Schroders, analiza en un informe que acaba de publica las razones para la inversión en esta clase de activo en 2009 y más adelante.
En su opinión, tres factores favorecen a esta clase de activo frente a la renta variable: la prelación de pagos en caso de quiebra favorece a los inversores en deuda senior (más ahora con el respaldo con el que cuentan algunas entidades); el pago del cupón, que es obligatorio frente a los dividendos, que pueden verse reducidos; y la menor volatilidad.
En conclusión, las oportunidades más interesantes estarán en las nuevas emisiones en sectores como telecomunicaciones, empresas de servicios públicos (utilities) y no cíclicas (distribución alimenticia o tabaco fuera de EEUU). Para aquellas compañías que sobrevivan a la recesión, espera una rentabilidad en las nuevas emisiones de 7 al 10%.
Consulta el informe completo (en inglés)
