J. P. Morgan AM analiza los efectos que podría traer el nuevo mapa político en Estados Unidos

Como era previsible a juzgar por las encuestas, el Partido Republicano se hizo con el control del Senado estadounidense tras las elecciones de mitad de legislatura celebradas el martes pasado y reforzó su posición en la Cámara de Representantes. Pese a lo ajustado del recuento en Virginia y Alaska, y aunque en Luisiana los candidatos demócrata y republicano tendrán que enfrentarse en una segunda vuelta, puede afirmarse que el nuevo Senado se ha teñido de rojo. En 2015 el Senado contará previsiblemente con 53 republicanos, 45 demócratas y dos independientes. No obstante, los republicanos no cuentan con la mayoría suficiente para aprobar la legislación unilateralmente, ya que no han obtenido los 60 escaños necesarios para evitar los discursos obstruccionistas en el Senado (los denominados 'filibuster'), ni los 67 escaños que hacen falta para anular un veto presidencial. ¿Qué implicaciones tiene el resultado de las elecciones en Estados Unidos para la economía y los mercados?

En su último informe Market Insight, David Lebovitz, estratega global de mercados en J.P.Morgan AM, y Hannah Anderson, analista de mercados en la firma americana, han querido analizar cinco cuestiones clave y ofrecer sus perspectivas sobre el impacto que, a su juicio, tendrá el resultado de los comicios en la economía global y los mercados:

1) Techo de deuda: El techo de la deuda federal se mantendrá inalterado hasta el 15 de marzo de 2015, después de que los nuevos miembros del Congreso hayan jurado sus cargos. "Aunque podríamos presenciar un acalorado debate sobre el tamaño de la deuda federal −ya que muchos culparon a los republicanos por el cierre administrativo del gobierno federal vivido en 2013− es probable que se alcance un acuerdo para elevar el techo de la deuda, puesto que los republicanos no quieren ser considerados un problema de cara a las elecciones presidenciales de 2016", afirman.

2) Presupuesto federal: El presupuesto del año pasado se prorrogó porque el Congreso no alcanzó un acuerdo con respecto al presupuesto federal de este año. "Lo más probable es que vuelva a prorrogarse cuando expire el próximo 11 de diciembre de 2014. El nuevo presupuesto federal está previsto para febrero y, con las dos cámaras bajo control republicano, se espera que esta vez sí se apruebe".

3) Impuestos: Últimamente, se ha alcanzado cierto consenso sobre la idea de que el sistema fiscal estadounidense, en particular los impuestos a las empresas, necesita ser reformado. "La élite del partido republicano ha estado impulsando esta idea y cuenta con suficiente apoyos para lograr una coalición bipartidista que respalde una reforma moderada".

4) Inmigración: Según explican los expertos, la reforma migratoria ha sido uno de los temas candentes de la reciente campaña electoral. "Prácticamente todos los candidatos han defendido la necesidad de una reforma, pero la diversidad de opiniones hace muy difícil que se alcance un consenso".

5) Comercio: para Lebovitz y Anderson, es probable que los acuerdos comerciales que se encuentran ahora mismo en proceso de negociación, como el Acuerdo de Asociación Transpacífico (TPP) y Asociación Transatlántica para el Comercio y la Inversión (TTIP), reciban un mayor impulso por parte del Congreso republicano. "Además, hay varias propuestas legislativas sobre la mesa que le otorgarían al ejecutivo más poderes para adoptar acuerdos comerciales sin necesidad de que pasen previamente por el Congreso, lo que facilitaría la firma de más acuerdos de este tipo".

Perspectivas

Para David Lebovitz y Hannah Anderson, es probable que el resto de la legislatura continúe viéndose dominado por el bloqueo bipartidista, lo que hace muy difícil que cualquiera de los dos partidos principales pueda imponer su agenda. "Sin embargo, esta inacción política podría resultar beneficiosa para los mercados, ya que limita la posibilidad de que los inversores se vean sorprendidos por acontecimientos inesperados. Además, la aprobación de alguno de los acuerdos comerciales en proceso de negociación podría resultar positiva para la economía mundial, ya que un dólar más fuerte debería traducirse en un aumento de las importaciones y generar un favorable viento de cola, sobre todo para los países exportadores".

Las previsiones de los expertos pasan por que, a lo largo de 2015, los inversores empiecen a centrarse en las elecciones presidenciales de 2016. "Teniendo en cuenta que al menos seis senadores podrían presentar su candidatura, es probable que Washington evite cualquier controversia. Por eso, es muy poco probable que el Congreso actúe en las cuestiones clave para el país y, con Washington tranquilo, el entorno político para la economía y los mercados se mantendrá relativamente favorable", aseguran.