iShares augura que el mercado mundial de ETF de renta fija superará los dos billones de dólares en una década

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shawncampbell, Flickr, Creative Commons

El mercado mundial de fondos cotizados de renta fija probablemente crecerá hasta superar los dos billones de dólares en activos durante la próxima década, frente a los 302.000 millones de dólares actuales, según un nuevo análisis de mercado realizado por iShares, la plataforma de fondos cotizados (ETF) de BlackRock. En este periodo, es probable que el mercado de ETF de renta fija en Estados Unidos crezca hasta los 1,4 billones de dólares, siendo la región EMEA y Asia quienes se repartan los restantes 600.000 millones de dólares en activos.

Según las proyecciones de iShares hechas públicas por la entidad en su página web, el crecimiento a nivel global estará condicionado por el cambio en las tendencias demográficas a nivel de inversión —dado que más inversores buscarán activos que generen rentas—, la continua evolución de los mercados mundiales de bonos y el descubrimiento de los fondos cotizados de renta fija por un universo de inversores mayor.

“Las fuerzas dinámicas que impulsan la expansión a largo plazo del mercado de fondos cotizados de renta fija han sido especialmente evidentes durante este año, en el que el mercado ha atraído algunos de los mayores flujos de activos  registrados hasta la fecha”, apunta Jennifer Grancio, directora de desarrollo del negocio internacional de iShares en BlackRock. “Incluso tras una década de continuo crecimiento, los ETF de renta fija apenas han rascado la superficie de su potencial”.

Durante la primera mitad del año, los productos cotizados de renta fija captaron 40.800 millones de dólares en nuevos activos netos, en tanto que los flujos invertidos en estos productos representaron un 40% de los flujos totales en productos cotizados, según el último informe ETP Landscape de BlackRock. Según iShares, los inversores están diversificando cada vez más sus participaciones tanto en lo que respecta al tipo de emisor como el sector, la calidad crediticia, la región y la divisa, en un intento por garantizar nuevas fuentes de ingresos y de distribuir el riesgo.