Invesco recomienda ser defensivos pero sin exceso

NYC
Ratamala, Flickr Creative Commons

Las preocupaciones por un contagio de la crisis de la deuda soberana en la eurozona, la desaceleración en China y la débil recuperación de Estados Unidos son los eventos macroeconómicos que, desde los factores fundamentales de 2008, han cobrado mayor importancia de cara a cómo se comporten en el corto plazo los mercados de capitales estadounidenses. Brian Foerster, analista sénior de Invesco Asset Management, distingue tres factores clave: la valoración de los mercados de renta variable, las políticas fiscales y monetarias, y la rentabilidad corporativa.

Explica Foerster que según indican los ratios de valoración tradicionales de los mercados de renta variable, el mercado estadounidense opera por debajo de la media histórica. De todas maneras, la gran incertidumbre que rodea a los índices de crecimiento, el impacto de los límites de deuda y las fuerzas seculares del mercado podrían sugerir que los mercados están justamente valorados o sobrevalorados. "En este entorno macroeconómico volátil y cambiante, creemos que hay un riesgo significativo si se implementa una estrategia valiente en la gestión de la cartera", asegura el analista.

El área de análisis de las políticas fiscales y monetarias continúa abrumando el comportamiento del mercado hoy día. La Reserva Federal y el Gobierno de EEUU tienen por delante al menos cuatro escenarios para la economía, lo cual requiere una variedad de respuestas políticas. "Si asignamos probabilidades, daríamos la probabilidad más alta al escenario de bajo crecimiento, bajo retorno", dice.

"No obstante, el castigo por equivocarse entre el crecimiento con inflación o una recesión con deflación desde un punto de vista de la inversión es básicamente muy alto", revela el analista. "Por la volatilidad y la incertidumbre, creemos que es crucial tener compensaciones a los riesgos asumidos. No solo debemos prepararnos para escenarios económicos divergentes, sino también para las respuestas políticas que los acompañarán", añade.

En el plano de la rentabilidad corporativa, el apalancamiento y la reducción de costes en las empresas, juntos con los efectos positivos de una modesta recuperación, han mejorado los balances del índice S&P 500 y por tanto, las ganancias.

Aunque el experto afirma que la volatilidad va a continuar y aumentar a corto plazo, para los inversores con un horizonte temporal medio-largo, los próximos años pueden representar una oportunidad para ir acumulando acciones que alcancen niveles de sobreventa en los picos de la crisis. Por ejemplo, los activos de riesgo estadounidenses podrían representar la mejor apuesta para la apreciación del capital a largo plazo.

"Este puede ser el momento para ser defensivo desde el punto de vista de un activo, aunque nunca demasiado", indica Foerster. El analista cree que aunque sea irresponsable ignorar el ruido macroeconómico de Europa, Asia y Estados Unidos, bajar un poco el volumen puede ayudar a los inversores a encontrar oportunidades de inversión de calidad que surjan en este periodo marcado por la volatilidad y así, tomar decisiones de asignación de activos que preserven el capital y el crecimiento a largo plazo.