“Los mercados emergentes han recorrido un largo camino desde la crisis asiática y el default ruso de los años 90. Dada la naturaleza actual de estas economías, esperamos que la volatilidad siga presente en este tipo de mercados, si bien las tendencias demográficas que evidencian estos países, unas perspectivas de crecimiento favorables y unas valoraciones atractivas deberían servir de apoyo para esta clase de activos”, asegura Ingrid Banker, gestora del Invesco Global Equity Fund.
En un artículo publicado en la revista Risk & Reward que trimestralmente publica Invesco, esta experta considera que la ralentización económica experimentada por estos mercados hace muy difícil que volvamos a asistir a tasas de crecimiento de doble dígito. “Es inevitable”, afirma. Lo que no evita es que las ventajas competitivas de muchas de estas economías emergentes frente a los desarrollados “se haya ampliado”. Y es que, en su opinión, estos países tienen a día de hoy la capacidad para llevar a cabo un aterrizaje suave de su economía.
“En muchos países, como China, la fortaleza de sus reservas y su razonable déficit fiscal dan a las autoridades políticas un mayor margen de flexibilidad”, señala Banker. A su juicio, “aquellos inversores de largo plazo con un enfoque de alta calidad que quieran apostar por empresas con unos niveles de valoración atractivos en términos de capitalización bursátil encontrarán actualmente en los mercados emergentes de renta variable una buena oportunidad de inversión”.
En este punto, la gestora de Invesco asegura que tras la caída del 20% registrada por los emergentes en la segunda mitad de 2011, “estos mercados están cotizando a niveles muy atrayentes, particularmente si lo comparamos con otra clase de activos de renta variable”. Con respecto a la Bolsa estadounidense, por ejemplo, “los emergentes cotizan con descuento tanto en términos de precio/beneficio como en precio en valor en libros, al tiempo que ofrecen una mayor rentabilidad por dividendo”.
