La estrategia de John Surplice (en la imagen) y Martin Walker, gestores del fondo, pasa por centrarse en compañías cuyo negocio puede prosperar en un entorno de bajo crecimiento económico, así como en aquellas que cotizan a unos niveles por debajo de su valor real, según recoge Funds People. Ambos expertos se muestran convencidos de que la renta variable europea es una clase de activo que, a medio-largo plazo, puede ofrecer atractivas rentabilidades. Por ahora, los resultados les avalan. En los últimos tres años, el Invesco Pan European Equity cosecha una rentabilidad anualizada del 7,8%, casi dos puntos por encima de su categoría y un punto por encima del MSCI Europe, índice de referencia. Su enfoque orientado hacia la búsqueda de compañías infravaloradas por el inversor cobró especial importancia en mercados como el español, respecto al que Surplice se ha mantenido muy optimista. “Cuando has tocado fondo, es muy difícil seguir cayendo”, asegura.
Pero, ¿cuál es la estrategia que implementan actualmente los gestores? “Creemos que las positivas perspectivas para la generación de flujo libre de caja de las empresas no están plenamente reconocidas por el mercado: en general, consideramos que los precios de las acciones subestiman considerablemente el potencial de algunas de ellas”, afirma el equipo gestor. Entre ellas destacan las compañías de salud y las industriales, sectores con un peso en la cartera del 13%, respectivamente. También entienden que la visión del mercado respecto al sector financiero sigue siendo muy negativa, lo cuál “ha penalizado algunos nombres con un buen posicionamiento de mercado y empresas sostenibles”. Este sector, al que sobreponderan, acapara el mayor peso en la cartera, con un 22,7%.