Invesco apuesta por la Bolsa europea, aunque reconoce ver algunas trampas

"Aunque nuestro enfoque sigue pasando por no invertir en compañías que se estén debatiendo entre el fracaso y la supervivencia, creemos que es importante aprovechar los cambios extremos en el sentimiento para ganar exposición a aquellas empresas que, pese a contar con un modelo de negocio sostenible, están siendo injustamente penalizadas en el mercado”.

 

Esta es la estrategia adoptada por el equipo de renta variable paneuropea de Invesco, quien considera que “ciertas empresas industriales y de materiales sufren los mismos niveles de antipatía que algunas financieras, sin que se estén siendo tenidos en cuenta unos balances que han mejorado sustancialmente e incluso un entorno de negocio que, en determinados casos, resulta más favorable”.

 

Las operaciones de refinanciación a largo plazo del BCE, junto con unos datos macroeconómicos positivos de Estados Unidos y el impulso que supone un euro más débil, han mejorado el sentimiento en los mercados de renta variable europeos. El interés de los inversores ha sido patente y, entre las compañías del Viejo Continente, las empresas del sector automovilístico, de recursos básicos y del sector bancario han sido las que han liderado los avances en 2012, afirma la gestora.

 

En este sentido, el equipo de renta variable paneuropea de Invesco se muestra convencido de que la renta variable europea sigue ofreciendo oportunidades de inversión muy atractivas, sobre todo dentro del sector sanitario que, en su opinión, es el que ofrece la mejor combinación de rentabilidad por dividendo, seguridad, valoración y sostenibilidad en la remuneración al accionista.

 

Respecto a este último punto, Invesco recomienda ir con cautela, ya que hay empresas que, aunque puedan parecer más atractivas en términos de rentabilidad por dividendo, “presentan ratios de pay-out muy elevados que, en algunos casos, llegan a ser insostenibles”. Este sería el caso –señala la firma- de algunas empresas de telecomunicaciones. Por otro lado, las compañías de bienes de consumo básico ofrecen una saludable combinación de rentabilidad por dividendo y sostenibilidad, “si bien las valoraciones parecen descontar este entorno positivo”.