Invertir en un contexto de tipos bajos

Keith_Wade
Cedida por Schroders

TRIBUNA de Keith Wade, economista, Schroders. Comentario patrocinado de Schroders.

A medida que nos adentramos en 2020, las perspectivas de beneficios siguen siendo difíciles dadas las presiones de los márgenes. Además, los mercados de renta variable ya parecen estar descontando en su precio un rebote económico. En ausencia de un impulso significativo de liquidez y de una revalorización, es probable que la rentabilidad sea más baja en comparación con 2019. Otra preocupación para los inversores es el aumento del apalancamiento en el sector corporativo en EE.UU.

En cuanto a la asignación de activos, en términos generales estamos sobre todo positivos en renta variable y en crédito. Esto es un reconocimiento de la significativa relajación de la política monetaria que ha ayudado a sostener las valoraciones de los mercados y ha llevado a cierta estabilización cíclica. La deuda soberana sigue ofreciendo poco valor en relación con la renta variable. En este contexto, hemos rebajado nuestra calificación de la deuda pública a neutral y mantenemos una visión positiva del oro, fundamentalmente como cobertura de la cartera frente a un resultado de crecimiento más débil, tal como lo indican nuestros escenarios de riesgo económico.

Hemos mejorado nuestra previsión de crecimiento global para el 2020, incrementándola del 2,4% al 2,6%, y esperamos que la expansión se mantenga en ese nivel en 2021. La economía mundial parece dispuesta a evitar una recesión a medida que se prolongue el ciclo; no hay desequilibrios que puedan desencadenar una recesión, y la actividad está ganando apoyo gracias al alivio de las tensiones comerciales y la política monetaria.

Mantenemos nuestra previsión de una inflación global del 2,6% para 2020, disminuyendo hasta el 2,5% en 2021. A pesar de la reciente subida del precio del petróleo impulsada por acontecimientos geopolíticos, esperamos que el impacto no sea duradero. En cambio, nuestra estimación de estabilización del precio del petróleo implica que el mundo desarrollado vea algunos descensos en la inflación a corto plazo. La inflación también debería mantenerse contenida en gran medida en las economías emergentes, comenzando a ascender a medida que la región comienza a llenar algunas de sus brechas de falta de producción.

Esperamos que la Reserva Federal (Fed) baje los tipos al 1,5% en abril de 2020, antes de retrasar el siguiente recorte hasta 2021, pues el organismo permanecerá en pausa hasta las elecciones presidenciales. En el caso del Banco Central Europeo (BCE), prevemos que lleve a cabo un nuevo recorte de tipos (hasta el -0,6%), mientras que estimamos que en Reino Unido suban hasta el 1% en 2021.Los bancos centrales de mercados emergentes sorprendieron con bajada de tipos.

¿Qué esperamos de los mercados de renta variable mundial?

En comparación con el último trimestre de 2019, estamos más positivos con la renta variable global. Nuestros modelos cíclicos aún sugieren que estamos en la fase de desaceleración del ciclo, lo cual suele ser un desafío para las bolsas. Sin embargo, la significativa relajación de la política monetaria del año pasado ha ayudado a mantener las valoraciones del mercado y ha llevado a cierta estabilización cíclica. Además, es probable que la primera fase del acuerdo comercial entre EE.UU. y China apoye la actividad y los márgenes de beneficios de las empresas. Por ello, en el ámbito de la renta variable, mejoramos nuestra perspectiva para el mercado estadounidense a positiva.

El acuerdo comercial de EE.UU. y China también beneficiará a Europa. Además, los datos económicos de la región siguen sugiriendo cierta estabilización, por lo que nuestra opinión sobre Europa, excluido el Reino Unido, ha mejorado en los últimos meses, lo que nos deja en una posición positiva en este mercado.

Por otra parte, pese a que nuestras expectativas de crecimiento para el Reino Unido en 2020 siguen siendo débiles, hemos mejorado nuestra percepción de la renta variable británica, pasando de una posición negativa a una neutral.

Al observar los mercados emergentes, vemos valoraciones atractivas en comparación con sus pares desarrollados. También ha habido una fuerte mejora de los beneficios, lo que hace que nuestra opinión sobre esta región sea positiva.