Inverco prevé un crecimiento moderado de la industria de fondos tras el parón de 2018

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Nigel Tadyanehondo, Unsplash

Después del bache de 2018, donde la industria de fondos española cayó un 2%, a pesar del tono positivo de las suscripciones netas, Inverco pronostica un crecimiento moderado para 2019. La Asociación Española de IIC y Fondos de Pensiones estima que los fondos españoles incrementen un 5,2% su patrimonio este año y superen los 270.000 millones de euros.

“Tras el notable ajuste del año 2018, las IIC y los Fondos de Pensiones  podrían retomar el crecimiento positivo de los últimos años, sólo interrumpido en 2018 debido al negativo comportamiento de los mercados financieros”, destaca Inverco.

Supondría alcanzar los 271.300 millones que, junto a los más de 25.500 millones de las sociedades de inversión (SICAV y SII) y 176.000 millones de la industria extranjera de fondos comercializada en España, elevaría el total en IIC a los casi 473.000 millones.

Inverco prevé que los fondos internacionales crezcan a un ritmo similar a los nacionales, cerca del 5%, pero se muestra negativo en cuanto a la evolución de las sicav, que espera que reduzcan su patrimonio en casi un 12%. A cierre de 2018 el patrimonio de las sociedades de inversión era de casi 29.000 millones.

Para calcular esta crecimiento, Inverco considera que la rentabilidad de las IIC podría estar entre 2,0% y el 2,5% en media ponderada y que las suscripciones netas continuarían con la tendencia positiva de los últimos años, revirtiendo los reembolsos producidos en los últimos cinco meses.

Por otro lado, la asociación también estableció perspectivas de crecimiento para los planes de pensiones individuales y de empleo. En su conjunto, aumentarán su patrimonio un 2,8%, hasta alcanzar los 110.000 millones de nuevo, tras perder este nivel en 2018. Los individuales subirán, según Inverco, hasta los 72.250 millones.

En este caso, estiman para los planes de pensiones una rentabilidad similar a los fondos de inversión y que las aportaciones netas podrían recuperar cierto impulso tanto en el sistema individual, alcanzado los 1.000 millones de euros, como en

el sistema de empleo, neteando las prestaciones netas experimentadas en los últimos años para alcanzar un nivel neutro de aportaciones netas.