Keith Wade, economista jefe de Schroders, acaba de publicar su último informe de economía y estrategia y aunque, en general, el panorama continúa siendo negativo, hay tres factores que podrían permitir una modesta mejora de los datos económicos: la caída en el precio de las materias primas y la inflación está generando un flujo de efectivo que empujará el consumo (representaría algo menos del 2% de la renta disponible de los hogares de EE.UU.), existen ya evidencias de que las políticas monetarias comienzan a influir en el descenso de los costes de los préstamos (por ejemplo, en Reino Unido se ha visto un descenso del 34% en los pagos de intereses de las hipotecas) y las políticas fiscales continuarán su tendencia expansiva.
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