Indonesia: tras China e India, está claro que no hay dos sin tres

Echar un ojo de vez en cuando a los movimientos de flujos a nivel internacional es un sano hábito que te permite aislarte en parte del ruido mediático y descubrir algo interesante en que detenerse. China e India han sido y son dos de los dos grandes focos de atención mundial pero, al menos en lo que respecta a Asia, debemos pensar que no hay dos sin tres, ni tres son multitud.

Según publica la EPFR, Indonesia es el tercero en discordia. Solamente en el primer semestre de 2010 se han producido entradas por valor de 970 millones de dólares en su mercado bursátil, situándose en 6 meses en niveles similares a los 1.100 millones que obtuvo en 2009. La capitalización del JSE se ha triplicado en apenas año y medio y se ha convertido este ejercicio en uno de los mercados más rentables.

 ¿Por qué gusta Indonesia?

Todo lo que tiene relación con “Chindia” despierta interés e Indonesia no iba a ser menos al ser el principal proveedor de carbón chino. Las exportaciones de aceite y un sector servicios emergente le ha permitido mantener un sólido crecimiento del PIB en torno un nada despreciable 6%

Una población joven y un mercado laborar que crece en 2 millones de nuevos trabajadores cada año incrementan la solidez de los patrones de consumo vírgenes en lo que a endeudamiento y apalancamiento se refiere. Además, todo ello se ve fortalecido con los procesos de urbanización ya en marcha. Se espera que, en tan sólo 10 años, el 60% de la población viva en ciudades y estamos hablando de un país con más de 240millones de habitantes en la actualidad. Podría ser en una década el 4º país con más población urbanizada del mundo.

Y ya que hablamos de población, es especialmente trascendente que sea el país con el mayor número de habitantes con credo musulmán del mundo. No es ninguna locura que pueda convertirse en foco de interés para los cada vez más activos fondos soberanos de países “amigos”. Por este motivo y por los indicadores que comentaré a continuación, se abre la puerta a las inversiones internacionales que están recuperando más rápidamente de lo esperado a un país que sufrió un duro castigo en la crisis asiática de finales de los 90’s.

El optimismo sobre este mercado se completa con moderadas tasas de inflación, una divisa estable y tipos hasta ahora a la baja. También si comparamos el MSCI con el mercado de Yakarta, vemos que estamos ante una apuesta de más consumo (21% vs 10%) y menos financieros (28% vs. 38%). En un momento donde los activos fuera de balance de los bancos chinos están a debate, parece un detalle a no olvidar.

¿Qué preocupa?

Todo activo que haya subido un 86% en 2009 y un 20% en lo que va de año, lejos de correr como locos tras las rentabilidades pasadas, es como para pensárselo dos veces sabiendo que partimos de una situación significativa de iliquidez. Ahora bien, es un mercado “que está empezando”, la temporada de OPVs está a la vuelta de la esquina con mineras y telecos en la línea de salida. Es cierto que un PER entre 15 y 17, según consideremos beneficios de este año o del que viene, no son valoraciones como para catalogarlas de chollos veraniegos y están por encima de la media del mercado. Ahora bien, si que están muy por debajo de los PER de las grandes compañías de países emergentes (situadas en muchos casos entre 30 y 40 veces beneficio) y que forman parte de los principales índices y de las carteras de los fondos de esta categoría.

También es cierto que tras 12 años de dictadura, la corrupción es un tema a valorar. No obstante es justo resaltar que gobierno actual ha logrado la estabilidad suficiente para lograr la independencia y no tener que ser tutelado por el Fondo Monetario Internacional. Es cierto que no es el paraíso de la seguridad jurídica pero respecto a la media de la categoría tampoco es para dramatizar.

El mencionado gobierno, presidido por Yudhoyono, se ha puesto manos a la obra para paliar otra de las preocupaciones a considerar: las infraestructuras. Hay un programa de gasto público centrado en resolver los cuellos de botella de las infraestructuras.

Julio nos ha traído un dato de inflación regular y las tensiones que se están originando en los mercados de grano (trigo, cebada,..etc) no ayudan. Una curiosidad de los países emergentes es que su IPC depende una barbaridad, como es lógico porque comer es lo primero, de los precios de las materias primas agrícolas. Mientras que en los países desarrollados el porcentaje ronda el 15%, Indonesia supera la media emergente con un inquietante 40%. No es tan grave como en Nigeria con un 60%, en Ucrania con un55% o Filipinas, entre otros, con un 50% pero en este punto claramente necesita mejorar. Si la ola de calor rusa y las lluvias australianas y canadienses no cesan, los temores inflacionistas cobrarán fuerza.

¿Compraría?

Sí, la divisa, probablemente también el bono pero no la renta variable (salvo que hablemos de perfiles agresivos y DE VERDAD a largo plazo). Toda subida de más de un 100%, pide a gritos un respiro. Lo reconozco, me apetecería decir que es una oportunidad de compra, pero me da miedito. Actualmente el interesantísimo mercado de medianas compañías chinas ofrece mejores expectativas de rentabilidad potencial, riesgo y más posibilidades de descorrelación.

No obstante, por todo lo anterior, Indonesia presenta argumentos para ser un mercado y una temática de fondos muy seguida por comunidad inversora en los próximos años. Habrá que aprovechar recortes de los mercados bursátiles en general para ir tomando posiciones en este tercer motor asiático que se ha puesto en marcha. Indonesia ha dejado de ser el tapado de Asia. S&P como Fitch han decidido subirle el rating a Investment Grade y debemos ir pensando en ponerle otra I al manido concepto de BRICs