Indicios que apuntan a que lo peor de las caídas del mercado podrían haber pasado

Planta sobrevivir
Erik Kossakowski, Unsplash

“Habrá recuperación, la cuestión es cuándo”, asegura Ludovic Colin, responsable global de renta fija flexible de Vontobel Asset Management. El aumento de la volatilidad ha causado trastornos en los mercados, pérdida de confianza de los inversores, falta de liquidez y diferencias sustanciales de precios al desaparecer las ofertas en el mercado. Algunos de los inversores más experimentados ya vivieron las turbulencias de los mercados en 2008, incluso ya sufrieron las de 1987. En todas esas ocasiones pasamos por lo que parecía ser el Armagedón financiero, pero al final los mercados se recuperaron. Lo que los inversores están tratando de estimar en estos momentos es dónde está el suelo.

1. Las noticias positivas que se esconden detrás de las nubes de incertidumbre son los grandes programas fiscales y monetarios que se están lanzando ahora al mercado, teniendo que en cuenta que queda aún más potencia de fuego por desplegar. "Esto se está haciendo pronto y de manera amplia y coordinada. Los paquetes de medidas monetarias de los bancos centrales ya están empezando a funcionar y estamos viendo que se acercan los primeros signos de estabilización”, señala el experto.

La Reserva Federal acaba de anunciar que saca todo el arsenal, ampliando su compra de activos “en la cantidad que sea necesaria”, adquiriendo deuda hipotecaria y abriendo una línea de liquidez de 300.000 millones de dólares para pymes, mientras que en Alemania, tras seis años de déficit cero, el Gobierno de Angela Merkel se endeudará y no cumplirá las reglas de déficit que dicta Bruselas para hacer frente a los efectos económicos del virus.

2. China, epicentro de la pandemia, es el país que está más cerca de salir de la emergencia sanitaria. Según Cary Yeung, director de deuda china de Pictet AM, “aunque es fácil imaginar que su PIB se desacelerará significativamente este primer trimestre del año con la caída forzada de la producción manufacturera y consumo, una vez que la tormenta haya pasado, la recuperación debe ser bastante rápida, más gradual en inversión privada en construcción y fabricación y pública en infraestructuras. No obstante, las autoridades están aplicando políticas microeconómicas eficaces para apoyar a las empresas privadas, especialmente pequeñas y medianas, como subvenciones de pago de intereses, reducciones de impuestos y de costes de seguridad social”, concluye.

3. Una de las mejores noticias es que los bancos gozan hoy de mejor salud que en 2008. Para Justin Bisseker, analista de Schroders, “los bancos tienen fuertes niveles de capitalización, fuertes reservas de liquidez, están viendo ahora una relajación en lugar de un endurecimiento de los requisitos reglamentarios, y son el conducto de apoyo gubernamental para las empresas y los individuos afectados. El riesgo de que los precios de las acciones se desplomen mucho más, con una recapitalización forzosa impuesta a los accionistas, parece bajo. El mayor riesgo es una caída prolongada en la que la situación actual persista a medio plazo. Esto probablemente significaría que muchos bancos se convertirían en deficitarios. Sin embargo, a los niveles de valoración actuales el mercado ya está asumiendo una probabilidad razonable de que esto ocurra”, subraya.

4. Desde el prisma de los mercados, David Lafferty, jefe de Estrategia de Mercados en Natixis Investment Managers, considera que hay algunos indicios que sugieren que lo peor ya podría haber pasado. “En términos de mercado de renta fija, el precio de los treasuries es excesivamente pesimista. Están descontando recesión durante varios años. Los precios que están señalando los bonos globales actualmente implican unos retornos de entre el 1,5% y el 2% para los próximos cuatro o cinco años, algo que simplemente no es suficiente para la mayoría de los inversiones institucionales de planes de pensiones. La carnicería en el mercado de crédito ha sido severa y con poco criterio, dadas las necesidades de liquidez, por lo que todavía es un mercado que permite la selección de activos”, apunta.

5. En renta variable, el índice VIX ha bajado de los niveles de hemorragia vistos recientemente, lo que, según Lafferty, da ciertos indicios de que, aunque queda cierto dolor por sufrir por los mercados, lo peor en la caída de la renta variable podría haber pasado ya. “Acertar con el timing de mercado es imposible, pero estamos viendo algunas valoraciones que parecen interesantes. En todo caso, todo esto está sujeto a revisión. Si la pandemia no está bajo control para mayo o junio, entonces nuestras previsiones podrían ser demasiado optimistas”, asevera.

6. Los desplomes podrían dejar de ser generalizados y los mercados empezar a diferenciar. Los inversores podrían empezar a discriminar entre compañías y sectores. De acuerdo con David Polak, director de Inversiones de Capital Group, “en el actual entorno, hay interés en firmas de calidad que se benefician de que las personas tengan menos interacción cara a cara y de aquellas cotizadas que han sido menos afectadas por el coronavirus. Entre ellas se encuentran las industrias de juegos, los medios de comunicación, los centros de datos (y los beneficiarios secundarios del crecimiento de los centros de datos), almacenamiento y apartamentos de viviendas residenciales”.

Dentro de cada sector, habría subsectores que estarían en condiciones de recuperarse antes. Por ejemplo, en el tecnológico, Hyunho Sohn, gestor de Fidelity International, reconoce que el hardware, los semiconductores, los segmentos relacionados con el consumo discrecional y los relacionados con los viajes de negocios y congresos se verán muy castigados. “Sin embargo, las compañías de videojuegos, donde el impacto en los ingresos de estas empresas de juegos será positivo, o los medios digitales, donde el consumo aumentará (los servicios como Netflix experimentarán un incremento de las suscripciones y también serían beneficiarios claros) son áreas a las que podrían dirigirse la mirada de los inversores”, concluye.