Importancia de los benchmark

Fernando_Delgado
Cedida por CFA

TRIBUNA de Fernando Delgado García, CFA, miembro de CFA Society Spain. Perteneciente a la serie Visión de Fondo del Profesional CFA.

Al realizar la planificación estratégica de una cartera para un cliente se seleccionan unas exposiciones con unos riesgos que se han considerado adecuados, atendiendo, entre otras cosas, a una rentabilidad esperada, a unos criterios de diversificación, y a unas necesidades, limitaciones y preferencias del cliente. Uno de los principales activos, tanto por variedad flexibilidad y diversidad, como por favorable fiscalidad son los fondos de inversión.

Al seleccionar una cartera o un fondo nos interesan las exposiciones que presentan, para estudiar su encaje en el global de la cartera. Estas exposiciones van asociadas a unos factores de riesgo, que teóricamente deberíamos poder observar en el benchmark. El problema es que no siempre están bien definidos, son muy genéricos o simplemente no son representativos de la cartera. Por tanto, si el benchmark no está correctamente definido se pueden estar asumiendo riesgos no deseados, seleccionando unas exposiciones anunciadas que no se corresponden con las reales. También se generarían unas correlaciones entre los distintos activos que forman parte de la cartera que serían diferentes de las esperadas, provocando distorsiones en la composición estratégica de la cartera.

Por otro lado, el valor añadido generado por los gestores se puede calcular a partir del análisis de la cartera frente al benchmark, si éste no es apropiado no estaremos en condiciones de evaluar correctamente los resultados obtenidos por el gestor. Esto es especialmente relevante en aquellos casos en los que el gestor cobra una comisión por éxito, al estar esta remuneración fijada en función del comportamiento relativo respecto al benchmark, un comportamiento en el que si el benchmark no es adecuado, no será representativo de ese éxito, generando confusión en los inversores que no tendrán claro en qué están invirtiendo, los riesgos, cuales son las exposiciones y dificulta el análisis de la gestión realizada y el análisis del origen del valor añadido generado por los gestores.

Si bien es cierto que en algunos casos es ciertamente complicado encontrar benchmark apropiados, como en el caso de activos poco líquidos, si merece la pena hacer el esfuerzo por las implicaciones que estamos repasando.

¿Qué características debe tener un buen benchmark?

El benchmark debería ser representativo de las exposiciones normales o medias de la cartera, reflejando la exposición a los principales factores de riesgo. Además, debe presentar las siguientes características: estar especificado a priori, ser cuantificable, claro y específico, ser representativo de la visión del gestor, apropiado y replicable.

Un buen benchmark permite entender mejor los resultados generados por la cartera, realizar la medición y seguimiento del desempeño, así como la evaluación de los progresos en la consecución de los objetivos. Permite analizar los riesgos que se han asumido para generar esos resultados. Ya que, por ejemplo, unos resultados aparentemente excepcionales por su alta rentabilidad podrían tener su origen en unas exposiciones a riesgos superiores al benchmark, o podrían ser el producto de un golpe de suerte y no de una buena gestión. En estos casos, y de mantenerse el estilo de inversión diferente al anunciado, podríamos encontrarnos con sorpresas desagradables en el futuro, al obtener resultados difíciles de explicar en relación a los riesgos que se habían establecido como apropiados.

Como conclusión, es esencial comprobar que el benchmark que vamos a utilizar para el análisis de un fondo es apropiado y representativo de la cartera, permitiendo evaluar el desempeño del gestor y confirmar que los riesgos reales se corresponden con los anunciados. En aquellos casos en los que el benchmark publicado no es apropiado se debería construir uno a medida que cumpla con las características arriba mencionadas para realizar un correcto análisis del desempeño del gestor.